Durante décadas intentó crearse la batería de hidrógeno y magnesio. Ya es una realidad y tiene una característica única. El uso del H en motores y baterías está instaurado desde principios del siglo XIX, aunque ahora es cuando está tomando fuerza como alternativa novedosa en el campo de la automoción cero emisiones. Ya lo hemos visto brillar en el coche con dos motores de hidrógeno o el motor de agua.
Hace siglos, el político e inventor francés François Isaac de Rivaz trató de hacer funcionar un motor de combustión interna de hidrógeno. No obstante, a pesar de que el mundo siempre ha tenido presente al hidrógeno, los últimos años han sido los que han acelerado su implementación. El uso que el ser humano ha hecho de los combustibles fósiles ha creado una brecha de contaminación que necesitamos parar.
Por esta razón, se buscan de forma casi desesperada nuevas maneras de obtención de energía y la descarbonización de varios sectores, entre ellos el automóvil. En este contexto, el desarrollo de la pila de combustible de hidrógeno, de motores de combustible que utilizan este gas y la proliferación de nuevas técnicas para producirlo, almacenarlo y comercializarlo se ha asentado.
Llega la batería de hidrógeno y magnesio para cambiar el escenario automovilístico
Un equipo de investigadores coreanos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNIST), con la coordinación del profesor Hyunchul Oh, creó una batería capaz de almacenar H a escalas. Un invento que, hasta ahora, no habíamos visto.
Es una nueva batería que podría adaptarse a diferentes medios de transporte, especialmente en lo que concierne a la navegación y el transporte terrestre. Los investigadores, miembros del departamento de química del UNIST, desarrollaron una estructura nanoporosa del borohidruro de magnesio, un material superconductor que hasta ahora ha sido utilizado en el diseño de cables. Sin embargo, su interacción y propiedades vinculadas al H no eran conocidas.
Esta estructura de magnesio es capaz de acumular una considerable cantidad de moléculas de hidrógeno, consiguiendo una densidad que puede duplicar la actual capacidad de almacenamiento de este elemento en su forma líquida criogénica. En otras palabras, con este nuevo material puede conseguirse una capacidad de almacenamiento de 144 g/L (gramos por litro), mientras que los procesos actuales de almacenamiento llegan a los 70 g/L.
“Representa un cambio de paradigma en el ámbito de almacenamiento de hidrógeno, ofreciendo una alternativa convincente a los enfoques tradicionales”, expone Hyunchul Oh.
Beneficios de la batería de hidrógeno y magnesio
Hasta ahora, no había parecido ninguna propuesta que superara las actuales baterías basadas en el litio utilizado en la industria automotriz y otros sectores, pese a que las propiedades del magnesio se estudian desde hace décadas.
Este nuevo material creado en UNIST podría mejorar la capacidad de almacenamiento de H en vehículos que lo emplean. Un concepto que podría aplicarse en el modelo Toyota Mirai o Hyundai Nexo, que utilizan pila de combustible de hidrógeno. Otro aspecto prometedor es la fabricación de baterías que podrían brindar una autonomía notablemente superior a la que otorgan las baterías convencionales que se usan en diferentes medios de transporte.
Lo que sucede con esta batería es resultado de un estudio publicado en Nature Chemistry y financiado en gran parte por la Fundación Nacional de Investigación de Corea (NRF) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología del mismo territorio.
Si nos vamos a la práctica, este podría ser el primer paso en el desarrollo de baterías que terminaría con el dominio actual de las baterías de iones de litio. De esta manera, se revolucionaría la industria del automóvil, y muchas otras, al menos en lo que tiene que ver con la autonomía de los vehículos.
La batería de hidrógeno y magnesio ya está aquí después de décadas intentando crearla. Solo el tiempo dirá hasta qué punto llega. Mientras tanto, el hidrógeno sigue ganando terreno con otras propuestas como la de las primeras carreteras de hidrógeno.
