Skoda y la sostenibilidad
En su Enyaq IV, Skoda ha introducido fundas para los asientos, que han sido diseñadas con lana y con botellas de plástico recicladas. El fabricante checo está trabajando activamente en colaboración con la comunidad científica y sus proveedores, investigando múltiples materiales innovadores, que se utilizarán en la producción en masa en el futuro y le permitirán convertirse en una marca eco-responsable.
Para diseñar las fundas de los asientos, Skoda combinó lana y poliéster reciclado de botellas de plástico desechables. Los materiales plásticos biodegradables a los que se les da una segunda vida, se trituran, se funden y luego se transforman mediante el proceso de reciclaje en gránulos. Estos se utilizan para hacer un hilo fuerte y de gran durabilidad, que es la base de la tela muy resistente y durable.
Para lograr este objetivo de ecodiseño medioambiental, Skoda se ha asociado con el proveedor checo Sage Automotive Interiors, conocido por desarrollar materiales innovadores dedicados a la producción en serie. Esta empresa también diseña, en colaboración con la Universidad Técnica de Liberec, tejidos con fibras especiales o hilos reflectantes, que se emplean en los sistemas de calefacción de los asientos.
Además de Skoda, otros fabricantes de automóviles están recurriendo a iniciativas más sostenibles y responsables, fomentando la economía circular. La marca británica Jaguar ha anunciado que en sus próximos modelos incorporará elementos basados en Econyl, un nailon 100% reciclado. Este material proviene de toneladas de desechos enterrados y de basura recuperada de los océanos, mediante clasificación selectiva.
Cargas bidireccionales
En Francia en un futuro próximo, la energía puede ser proporcionada por el coche eléctrico. Este es el proyecto del operador RTE, responsable de la red pública de transporte de electricidad en alta tensión en Francia continental, que ya ha certificado la carga bidireccional.
RTE cuenta con la carga bidireccional certificada (V2G), que consiste en utilizar la energía que se encuentra en la batería de un coche eléctrico conectado a una estación de carga inteligente, para apoyar la red de distribución local. Esta iniciativa se presenta como un bono ecológico y un paso decisivo hacia el despliegue a gran escala de la movilidad eléctrica.
La democratización de esta innovación tecnológica se consigue mediante la instalación de estaciones de carga rápida bidireccional accesibles a los conductores de coches eléctricos enchufables. Estos puntos de carga tienen la capacidad de recargar las baterías y, al mismo tiempo, devolver esta energía a la red eléctrica local. Los fabricantes de automóviles deberán diseñar modelos de automóviles que sean compatibles con estas infraestructuras energéticas abiertas al público y este nuevo sistema en general.
Apreciada por muchos fabricantes de coches eléctricos, esta nueva tecnología basada en la carga bidireccional se encontraba hasta ahora en fase experimental en vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Fabricantes como Renault, Audi y Nissan han realizado pruebas con éxito. Dependiendo de los resultados, el coche podría transformarse en una verdadera unidad de almacenamiento de energía renovable, que se pondrá a disposición de la red local, de acuerdo a las necesidades puntuales.
Estos sistemas de carga bidireccional permiten que la energía fluya del coche a la red o viceversa según sea necesario. La idea central es que se pueda utilizar el remanente energético para proveer de energía al hogar, para cargar algún dispositivo (móvil, Tablet, etc.) o volcarla en la red local si fuera necesario. Cada usuario podrá configurar la direccionalidad de la carga de su coche como lo crea conveniente.