Ni Tesla eléctrico, ni de hidrógeno: se han aliado con Ferrari para probar este combustible

Publicado el: 28 de agosto de 2024
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Tesla Ferrari

Después de conocer el último combustible de Ferrari, te olvidarás para siempre de los motores de Tesla, aunque haya derribado los límites con la presentación de su último modelo. Actualmente, resulta innegable acuñar que la era de los combustibles fósiles está llegando poco a poco a su fin. La emergencia climática y las obligaciones de los tratados internacionales obligan a dirigentes y compañías a buscar nuevas alternativas para crear energía y abastecer el sector del transporte, uno de los más contaminantes hasta ahora.

Al salir a la luz los últimos informes sobre el cambio climático y el calentamiento global, se siente la urgencia de una transición energética y una descarbonización. Los combustibles fósiles han cumplido su función durante años, pero liberan gases como el benceno-pireno, dióxido de carbono, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono, que presentan severos cuadros contra el entorno y la salud de la humanidad.



Cada vez quedan menos dudas de que para cuidar el medio ambiente y a la raza humana es necesario realizar cambios. Cambios a los que ya se han unido las grandes empresas de transporte, como Tesla y Ferrari. Esta última está probando un combustible que nadie vio venir, pero que podría ser el principio de una nueva era para la movilidad.

Adiós a los coches Tesla: Ferrari apuesta por algo mejor

Ferrari ha patentado un sistema de propulsores de gas para coches de alta velocidad. Una patente de la firma italiana publicada hace unos años atrás dejó al descubierto uno de los planes más revolucionarios para sus deportivos. Están pensando en unos impulsores de gas que mejoran la aceleración y hacen más fáciles ciertas maniobras.

Lograr mejores prestaciones en cada nuevo modelo es uno de los motivos de ser de Ferrari (aunque no la única). La turboalimentación es una forma de obtener más potencia en un motor de combustión, agregar uno o varios motores eléctricos para crear un sistema híbrido hace posible el desarrollo de Ferraris de más de 1.000 caballos.

Sin embargo, la última patente de Ferrari publicada muestra una idea diferente que comparte con el Tesla Roadster. Aunque la patente fue registrada en diciembre de 2019 para un “coche de altas prestaciones con impulsores de gas”, no se publicó hasta años después. En ella, la compañía describió una idea parecida que ya vimos en el modelo Tesla Roadster, aunque Tesla no registró la patente, según la información aportada hasta ahora.

Describe varios cohetes propulsores distribuidos en diversas zonas del coche que sirve para incrementar la aceleración en momentos puntuales, aunque Ferrari dispone de varios enfoques. La solicitud describe un “vehículo de carretera (automóvil o motocicleta), que está provisto de un tanque de aire comprimido y con impulsores de gas conectados al tanque de aire comprimido”.

La meta es clara: incrementar las prestaciones del automóvil, pese a que en Ferrari quieren dar un paso más y desean utilizarlo también para corregir desestabilizaciones del vehículo, evitar vuelcos o mitigar la fuerza de impacto si sucede una colisión inminente.

Ferrari toma el ejemplo de Tesla y mejora una idea revolucionaria

El sistema de Ferrari dispone de varios impulsores de gas, cada uno con varias toberas o boquillas. La patente registra cinco toberas o boquillas por cada propulsor, cada tobera de diferente tamaño. El objetivo es que cuando el depósito esté lleno y la presión sea alta, puede recurrirse a un pequeño orificio para alcanzar la fuerza necesaria. Ferrari estima que esta fuerza necesaria se encuentra en unos 5.000 newtons de media (puede llegar a 6.000).

Utiliza un tanque de aire y un compresor que puede colocarse acoplado al eje delantero o trasero del vehículo. Este sistema permite que el compresor se utilice como un sistema de recuperación de energía cinética, empleando la energía de las frenadas para comprimir el aire almacenado. La compañía deja la puerta abierta al uso de este sistema con combustibles líquidos.

Podría utilizarlos con gasolina, transformando estos propulsores en un discreto motor a reacción simplificado (un pulsorreactor), donde la combustión de gasolina produce empuje. En definitiva, Ferrari se ha fijado en el ejemplo de Tesla para mejorar una idea revolucionaria, una patente tan sorprendente como la del motor híbrido de hidrógeno montado al revés.