La competencia en la industria automotriz parece nunca detenerse, sobre todo ahora que los coches eléctricos se han vuelto cada vez más populares, pues todos quieren ser el rey la movilidad eléctrica, especialmente un rival de Tesla que lo había destrozado, pero ahora está metido en un gran problema.
La carrera por la movilidad eléctrica
Los coches eléctricos se vuelven cada día más codiciados, pues son una alternativa muy eficiente, atractiva y lo mejor es que no liberan gases contaminantes, lo que los vuelve una alternativa perfecta los que buscan conducir sin contaminar nuestro planeta.
Debido a esto, son cada vez más las marcas que están apostando por la movilidad eléctrica y entre las más conocidas encontramos a Tesla, la famosa marca de Elon Musk que se ha destacado por crear coches eléctricos cada vez más atractivos.
Sin embargo, Tesla tiene muchos rivales y uno de los más grandes es el gigante chino BYD, quien parece que llegó para arrebatarle el trono de ventas, convirtiéndose en el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo por volumen del 2024.
La rivalidad entre estos dos gigantes, no se detiene y pareciera que BYD tiene todo para ganar considerando su gran ascenso en cuanto a ventas, sin embargo, no todo es lo que parece, pues esta marca también tiene un gran problema que la podría poner en peligro.
El gran problema de BYD
A pesar del éxito que ha tenido la marca, esconde un problema tan grande como la paradoja de los coches eléctricos de España, pues a pesar de su gran número de ventas, la realidad es que su situación financiera pende de un hilo.
El problema principal, según Murthy Grandhi, analista de GlobalData, está en el aumento de sus cuentas por pagar y un uso cada vez mayor de una estrategia conocida como financiación de la cadena de suministro, pero ¿De qué se trata?
Sucede que BYD ha estado retrasando los pagos a sus proveedores a través de la emisión de pagarés y los proveedores, para no quedarse sin dinero, venden estos pagarés a los bancos, quienes les dan liquidez de inmediato.
Hasta ahí pareciera que no hay problema, pero según Grandhi, si la economía empeora o la gente pierde la confianza en BYD, estos pagarés podrían perder valor, los bancos podrían dejar de comprarlos, los proveedores no cobrarían a tiempo y las fábricas de BYD podrían detenerse.
El rey del coche eléctrico está en peligro
Las señales de advertencia son cada vez más claras en las finanzas de BYD, pues sus deudas se dispararon un 24,3% en 2024, llegando a los 33 600 millones de dólares y para marzo de 2025 ya habían alcanzado los 34 900 millones de dólares.
Aunque BYD tiene bastante dinero en efectivo, los analistas creen que si las ventas de coches eléctricos bajan o es más difícil conseguir crédito, BYD podría tener problemas de liquidez. Algunos incluso creen que podría estar perdiendo dinero por cada coche vendido si se cuentan todos los costes ocultos.
El otro punto clave es que la estabilidad de BYD no es solo un asunto de la empresa, sino que es crucial para toda la economía china, pues la empresa es el centro de una enorme red de proveedores y más de 900 000 empleos dependen de ella.
Esto significa que si la situación de BYD no mejora podría causar una crisis económica grave en China y afectar a muchas industrias con un efecto dominó, por lo que no es de extrañarnos que de aquí en adelante cada movimiento de la marca sea observado con lupa.
Sin duda la situación de BYD es bastante critica, pues a pesar de destacarse con sus grandes innovaciones como estas motos que se recargan gratis, lamentablemente tiene los números en contra, por lo que si su situación no mejora podría perder su corona y afectar la economía de China.
