Dicho estudio pretende ser realizado por el Departamento de Ingeniería Rural, con la ayuda de cientos de cazadores silvestristas y pretende capturar cinco especies de aves fringílidas (serín-verdecillo, verderón común, jilguero común, pardillo común y pinzón vulgar) mediante la utilización de redes abatibles de suelo o filats/enfilats, marcarlas y soltarlas con el pretexto de estudiar sus migraciones.
Ecologistas en Acción del País Valencià también se ha sumado a los recursos presentados por otras organizaciones conservacionistas (SEO, SVO, etc) en contra de la resolución de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación de Impacto Ambiental de la Generalitat Valenciana sobre la autorización otorgada a la Universidad Politécnica de Valencia para la realización de un estudio sobre migración otoñal de fringílidos en la Comunitat Valenciana.
Dicho estudio pretende ser realizado por el Departamento de Ingeniería Rural, con la ayuda de cientos de cazadores silvestristas y pretende capturar cinco especies de aves fringílidas (serín-verdecillo, verderón común, jilguero común, pardillo común y pinzón vulgar) mediante la utilización de redes abatibles de suelo o filats/enfilats, marcarlas y soltarlas con el pretexto de estudiar sus migraciones. El periodo de captura se desarrollaría del 25 de septiembre al 31 de diciembre y desde el 25 de febrero al 30 de abril y en su desarrollo existirían 25 estaciones de muestreo, 51 puntos de registro y cientos de colaboradores silvestristas (“auténticos cazadores”) repartidos por toda la Comunitat Valenciana.
De la autorización se desprende:
Que este tipo de estudios ya se estaban autorizando de forma interna por los responsables de la Consellería de Medio Ambiente desde 2012, sin pasar por las preceptivas informaciones públicas y sin exigir la liberación de las aves capturadas hasta la presente autorización de 2015, con lo cual las capturas fueron continuas incluso en periodos tempranos de cría (finales de marzo) o en plena cría (més de abril).
Que se están autorizando estudios científicos a personal docente de un Departamento de la Universidad Politécnica de Valencia, sin experiencia en temas ornitológicos y en labores de anillamiento científico, vulnerando todas los protocolos exigidos para la captura, marcaje, manipulación de las aves, donde, además, son los propios cazadores silvestristas (ahora llamados colaboradores silvestristas) los encargados de realizar las capturas, el marcaje y la liberación de las mismas, fomentando la caza real de estas especies.
Para colmo, este mismo departamento tuvo oscuros intereses cinegéticos ya en 2013, donde intentó utilizar el método de caza ilegal llamado “parany o barraca”, basado en la utilización de pegamentos o visc, como base para la “captura científica de túrdidos y otras aves en el periodo 2013-2014” por medio de la utilización de 33 paranys en todo el territorio de la Comunitat Valenciana. Afortunadamente, fue prohibida tras los recursos de las organizaciones conservacionistas por vulnerar la ley y ser considerado un método de caza no selectivo.
Que ninguno de esos cientos de personas colaboradoras silvestristas, sean anilladores reconocidos por las entidades avaladores nacionales, lo que nos hace pensar que simplemente es una nueva forma de camuflar una prórroga en la caza de las especies fringílidas. Además, tantas zonas de muestreo son imposibles de controlar y se deja a la buena fe de cada cazador el futuro de la especie capturada. Para colmo, no se especifica la formación recibida por los colaboradores, existiendo serias dudas sobre el fin del citado estudio científico.
Que la modalidad de captura con redes de suelo abatibles o filats-enfilats, es un tipo de caza denunciado anualmente por las asociaciones conservacionistas dada su alta mortalidad oculta de aves fringílidas y especialmente, de aves rapaces de pequeño tamaño, y por su falta de control o imposibilidad de controlar a tantos cazadores en un mismo periodo de tiempo.
Que este tipo de estudios realizados de esta forma y con todos los condicionantes que conlleva la autorización, contravienen la normativa vigente (normas de anillamiento en la Ley 42/2007 de Patrimonio natural y Biodiversidad y Directiva 2009/147/CEE, etc.).
Es por ello que Ecologistes en Acción del País Valenciá ha solicitado que se anule la autorización y se declare la misma nula y sin efectos, por incumplir la ley y no cumplir con los mínimos exigidos para la realización de este tipo de estudios científicos.