El Refugio fue uno de los primeros espacios protegidos en Castilla y León, pero su historia asombrosa ha influido profundamente en muchas otras reservas y actuaciones en España; desde el proyecto de reintroducción del buitre leonado en Alicante
El 13 de enero se cumplen 41 años de la inauguración del Refugio de Rapaces de Montejo, y del Refugio limítrofe del embalse de Linares, administrados respectivamente por WWF España y la CHD. Soy testigo (de los pocos que quedamos) de la generosidad y la esperanza que despertó ese proyecto utópico (el propio Félix Rodríguez de la Fuente, que lo propuso, escribió que “parecía irrealizable”). Era tan increíblemente hermoso, e importante, que le he entregado casi toda mi vida. Mantener el Refugio, a pesar de las dificultades, conservando la ilusión que lo hizo posible, ha sido todavía mucho más difícil que crearlo. No se habría logrado sin la labor esencial de los guardas; ni de cientos de personas enamoradas de estas tierras, de dentro y de fuera de la comarca, que se esforzaron duramente para protegerlas y estudiarlas. El Refugio fue uno de los primeros espacios protegidos en Castilla y León, pero su historia asombrosa ha influido profundamente en muchas otras reservas y actuaciones en España; desde el proyecto de reintroducción del buitre leonado en Alicante, que después ha repercutido algo en la fantástica colonización natural de las islas Baleares por la especie, hasta los censos invernales de buitres en Andalucía o en Madrid, o parte del trabajo en los censos nacionales, o el primer censo conjunto del aguilucho lagunero, tuvieron su origen en el Refugio de las hoces del Riaza, donde el seguimiento de la fauna ha sido excepcional. Y ahora, cuando la situación mundial de los buitres es la peor de la historia, y en gran parte de África o Asia se señalan brutales disminuciones sin precedentes (con todas sus consecuencias, que son muchas), este ejemplo pionero sigue dando ánimos e ideas.
En 2015, el equipo de Crónicas, de Televisión Española, produjo y emitió, para toda España, y también en la edición internacional, el espléndido programa “El Refugio”, con motivo del 40 aniversario, que puede verse en la web de TVE (y también en Naturalicante, con otras muchas novedades sobre el tema). El mismo año, la Casa de las Ciencias de Logroño respaldó y albergó, durante tres meses, la magna exposición organizada por Juan José Molina, Vicepresidente del Fondo, con el apoyo de otras personas y entidades (incluidos WWF y la Casa del Parque), sobre estos cuarenta años, titulada “Donde los buitres encontraron Refugio”; que es posible se lleve pronto al Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid. El 29 de mayo, mientras se estaba preparando, murió el guarda Hoticiano, “dejando un vacío enorme en nuestros corazones”, como bien señaló Juanjo. Jesús Hernando, hijo de Hoticiano y guarda actual del Refugio de Montejo, recibió entonces, entre múltiples mensajes de pésame, una carta de Carlos de Aguilera, publicada en la revista “Panda” de WWF, donde el antiguo jefe de los campamentos de ADENA señalaba que “yo es posible que no tarde en juntarme con él” (con Hoticiano). Carlos de Aguilera murió en julio; y en octubre falleció otro naturalista histórico, el gran dibujante José Antonio Lalanda, que había pintado en Montejo alguna de sus escenas de buitres.
Para saber si el Refugio era eficaz, necesitaba censar, cada año, los nidos de estas aves que se reproducen tan despacio. Durante 38.548 horas, he contado 5.625 pollos de buitre leonado que han llegado a volar aquí, en 863 nidos diferentes. Obtuve la cifra más alta en 2014, con 295 pollos volados. En 2015, hubo 284 nidos con éxito de la especie, sin contar cuatro pollos más que murieron antes de terminar el verano, y sin incluir zonas cercanas que también he censado. El nido “campeón” ha sido usado con éxito 33 años (15 consecutivos), pero otro nido lo ha sido durante 19 años consecutivos (y 23 en total). En el extremo opuesto, un nido ha estado 36 años consecutivos de “descanso”, entre dos años de cría con éxito.
También en 2015, registré 12-13 parejas de alimoches, 8 nidos en los que comenzó la reproducción, 5 nidos con éxito, y 6 pollos volados (cuatro en el Refugio, y dos cerca); y 7 nidos más (con 11 pollos volados) en parajes relativamente próximos de distintas provincias. En las hoces del Riaza, he encontrado 82 nidos con éxito (y 99 en total), para este “buitre blanco”, con un máximo de 12 (con 19 pollos volados) en 1988. El nido “campeón” ha sido usado con éxito 22 años (6 consecutivos), mientras que otro nido lo ha sido durante 11 años consecutivos (y 14 en total).
En estos 41 años, he comprobado que 62 nidos de buitre leonado, 53 de alimoche, 24 de cuervo, 23 de búho real, 16 de halcón peregrino, 13 de águila real (y 5 más en zonas cercanas), y 9 de cernícalo, han sido usados, antes o después, por otras especies de aves. La alternancia, seguida a largo plazo, parece bastante natural.
Los intentos de cría del gran buitre negro representan los nidos actuales más al norte y al este en la Península, sin contar el meritorio proyecto de reintroducción en Cataluña. La población de la alondra ricotí, misterioso pájaro del páramo, está entre la burgalesa de Corcos y las sorianas. La collalba negra, y el chotacabras pardo, rozan en la zona el límite de su área de distribución, como se señala en los Anuarios Ornitológicos de Burgos. La avutarda lleva dos años criando en las cercanías (comprobado por Xavier Martín y otros).
En el Refugio y su entorno, hemos registrado 328 especies de vertebrados. Al menos 164 se han reproducido allí, y 14 más en zonas próximas. Hay novedades en las dos últimas Hojas Informativas (Nº 42 y Nº 43, con 850 páginas entre ambas), publicadas en 2015; que pueden verse también en www.naturalicante.com, gracias al trabajo desinteresado de Raúl González y otros. Las dos ediciones impresas han sido posibles, en parte, gracias al apoyo generoso de bastantes personas; incluida Marianne Delacrétaz, la viuda del experto ornitólogo suizo Daniel Magnenat, quien nos encargó que continuáramos “amando y defendiendo esta bella región”, “completamente excepcional, de valor internacional”, “que yo he amado tanto”.
En las memorias de WWF y del Parque Natural, y en las circulares del Fondo, aparecen otras actuaciones recientes, en el Refugio y su entorno. Destaca la colocación, por GREFA, con WWF, de cajas nido que han sido ocupadas por cernícalos, para el control biológico del topillo, en Montejo y Maderuelo y cerca. También son esenciales los comederos de buitres (en Segovia y Burgos); la labor del guarda Jesús Hernando (de WWF España) y la colaboración generosa de muchas personas de los pueblos, para mantenerlos; las mayores facilidades dadas este año a los ganaderos, por la Junta, en este sentido; distintos campamentos en el albergue de Valdevacas; y muchas otras realizaciones.
El Refugio, o trabajos realizados allí, ha recibido 25 premios, y 17 títulos o figuras de protección. Ha aparecido en 4.244 publicaciones impresas de todo tipo, 1.287 trabajos o informes naturalistas (sin contar los de censos, que son muchos más), 52 congresos científicos (18 internacionales), 243 programas de televisión y 708 de radio, 310 conferencias, distintos cursos (incluidas las tres Jornadas sobre Buitres), etc.
Continúo revisando los informes parciales del último censo de otoño, realizado por más de 90 ornitólogos, coordinados por Juan José Molina. Entre los 33 censos de otoño, han participado más de 700 naturalistas. Agradecemos a todos, y en particular a Juan Prieto que lo coordinó 19 años, y ahora a Juanjo, su trabajo completamente altruista.
Antes y después de este último censo de otoño, me hicieron por sorpresa un homenaje doble, tanto los amigos del Fondo como WWF España (Adena), con magníficos y emotivos regalos, al que también se unieron personas de los pueblos. Si leéis estas líneas, quiero que sepáis que me habéis dado muchos ánimos, para poder seguir. Mientras mi cabeza funcione, no lo olvidaré.
Tampoco olvidaré a Hoticiano. Como dijo el sacerdote Dr. Pedro Rodríguez Panizo en el funeral, este guarda extraordinario “nos enseñó que se puede vivir con muy poco”. También nos mostró lo que puede hacer, de lo que es capaz, un solo hombre, incluso sin apenas medios; pero con la suficiente ilusión, conocimiento, esfuerzo, y nobleza, como para suscitar el apoyo de muchos.
Muchos ánimos a su hijo Jesús, Susi, digno sucesor de tan importante trabajo; y a todos aquellos que han defendido este Refugio de vida salvaje, y el profundo valor que representa.
Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo
Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza