Las imágenes demuestran, por un lado, la relación de simbiosis perfecta entre dos animales de distintas especies; y por otro, que las zarigüeyas no son simples «ratas» propagadoras de enfermedades.
Vermont Wildlife Coalition (VWC), un grupo de voluntarios y organizaciones con sede en Vermont, Estados Unidos, cuyo objetivo es proteger las especies silvestres de la zona mediante la educación pública y la acción política, compartió la instantánea en Facebook con el objetivo de dar a conocer la importante labor de las zarigüeyas, unos animales con mala fama que suelen causar rechazo.
Al contrario de lo que muchos piensan, las zarigüeyas tienen un rol fundamental en el control de plagas y enfermedades que se propagan por garrapatas, como el mal de Lyme.
Según VWC, las zarigüeyas pueden comer hasta 5.000 garrapatas en un periodo de 2-3 meses y son resistentes a enfermedades como la rabia debido a su baja temperatura corporal.
Se consideran los «limpiadores» de la naturaleza. Actúan por la noche y ayudan a controlar plagas de ratones, serpientes, babosas y otros animales.
De sucias y repugnantes no tienen nada, se arreglan y se limpian tanto como los gatos y, si sienten miedo, pueden llegar a hacerse el muerto, silbar e incluso desmayarse.
No obstante, no hay que olvidar que son animales salvajes, que a menudo portan pulgas, parásitos e incluso enfermedades. Por lo tanto, es mejor es dejarlas en libertad y no acercarse a ellas.