Las entidades sostienen en un comunicado conjunto que no es creíble ni tiene ningún fundamento técnico, afirmar que el oso Cachou, se haya peleado con otro oso.
Las entidades Ipcena-EdC, Seo Birdlife Catalunya, FAPAS y la Federación Ecologistas de Catalunya han puesto este miércoles en duda que el oso Cachou, al que el verano pasado se le atribuyeron varios ataques a ganado y que fue encontrado muerto la semana pasada en Les (Lleida), pudiera morir atacado por otro oso y despeñado, como explicó el martes el Conselh Generau d’Aran basándose en el informe preliminar de la necropsia.
También consideran que no es creíble la versión que exponen en el informe preliminar a la hora de justificar la muerte de Cachou, de haber caído por un fuerte desnivel de unos 40 metros.
Argumentan que si fuera cierto, en una caída de 40 metros con fuerte desnivel, con su peso que puede ser de más de 200 kilos, «los golpes le hubieran producido, seguro, fracturas en las extremidades, y rasguños en la caja del emisor GPS del collar».
Apuntan también que la técnica disuasoria de aplicar fungicida a los cuerpos de los animales matados por el oso resulta del todo «improcedente y temeraria, ya que no está incluida en el protocolo, del ministerio de 2019, y por tanto supone una medida irresponsable, no sólo para el oso, sino para el resto de fauna que consume carroña a la que con dosis menores le puede provocar la muerte».
Las entidades agregan que una de las imágenes aportadas por los agentes ambientales de la Val d’Aran y los Agentes Rurales de la Generalitat en el momento de encontrar el cadáver, es la del rostro del oso con sonrisa sardónica, «típico en los mamíferos muertos por envenenamiento».