Para prevenir la propagación del vector, es necesario que los recipientes que son utilizados para depositar agua para su posterior uso, se encuentren debidamente tapados a los efectos de impedir que sean utilizados por los mosquitos para su reproducción. Las hembras ponen los huevos en el agua acumulada de cualquier recipiente. Las larvas que salen de estos huevos viven en el agua durante una semana y luego se transforman en pupas que al cabo de un día o dos se transforman en un mosquito adulto listo para picar.
Si la población no toma conciencia de este problema y no colabora con la limpieza correspondiente de patios y baldíos, el dengue podría azotar nuevamente nuestro país.
Ante la aparición de los primeros síntomas, consultar inmediatamente al servicio de salud más cercano para el diagnóstico y tratamiento correspondiente. Es fundamental evitar la automedicación.
Salud Pública solicita a la población aunar esfuerzos y asumir el compromiso de mantener limpia sus casas a través de la eliminación de criaderos potenciales, a los efectos de erradicar la reproducción del dengue. El mosquito necesita agua para reproducirse, por lo tanto, deseche cualquier objeto que pueda servir como reservorio del vector.