Los resultados de este estudio indican que el número de especies de plantas vasculares está directa y positivamente relacionado con el funcionamiento del ecosistema, y que éste está inversamente relacionado con la temperatura media anual, en zonas de clima árido, semiárido y seco-subhúmedo (zonas áridas) de todo el planeta.
Las zonas áridas constituyen uno de los biomas más importantes a nivel mundial, ya que cubren el 41% de la superficie terrestre, alojan al 38% de la población humana y tienen gran importancia para el mantenimiento de la biodiversidad, al albergar el 20% de los principales centros de diversidad de plantas y el 30% de las principales áreas de aves endémicas a nivel global. Estos ecosistemas son también muy vulnerables ante el cambio climático y la desertificación, dos de los principales problemas ambientales a los que se enfrenta la humanidad.
Lea el mensaje completo en www.madrimasd.org/blogs/biodiversidad