En ocasiones al ir por la calle se ven crías de aves que están en el suelo y el instinto da por pensar que están abandonadas y cogerlas para ayudarlas.
Sin embargo, esto no es siempre así tal y como recuerdan organizaciones de defensa animal que han puesto en marcha una campaña para, a no ser que estén en peligro de atropello o captura, dejarlas donde las han depositado sus padres.
No hay que olvidar que esta es la temporada de cría de muchas aves urbanas, por lo que no es raro ver en el suelo de calles a gorriones, golondrinas, aviones, mirlos o vencejos.
Mejor dejar a las crías que pueden aparecer en el suelo
En la primavera las ciudades y pueblos de España se llenan de vida. Es temporada de cría de muchas especies de aves urbanas. En estas semanas, es habitual encontrar polluelos en el suelo de parques, calles o jardines, especialmente de especies como los gorriones, golondrinas, aviones, mirlos o vencejos.
Ante esta situación, estas organizaiones lanzan un año más su campaña «No lo cojas», con el objetivo de evitar que, con la mejor de las intenciones, se retiren crías del medio natural sin necesidad. En la mayoría de los casos, estos pollitos no están huérfanos, ni enfermos, ni abandonados, sino que se encuentran en una fase normal y necesaria en su desarrollo.
Muchas especies de aves abandonan el nido antes de poder volar con soltura. Durante esos días, permanecen en el suelo o en ramas bajas, mientras sus padres los siguen alimentando y vigilando de cerca. Retirar a estas crías del entorno natural interrumpe este proceso vital de adquirir mayor independencia y disminuye sus posibilidades de sobrevivir.
Recuerda que la presencia de crías en el suelo es habitual y natural, y hace un llamamiento a observar sin intervenir, salvo que el ave esté claramente herida o en peligro inminente. Cada primavera, miles de crías sanas son llevadas a centros de recuperación por personas bienintencionadas que no saben que su presencia en el suelo es completamente natural. La mayoría no necesita ser rescatada, por lo que lo mejor es abstenerse de actuar para no interrumpir el proceso natural de cuidado parental.
Consejos prácticos si uno se encuentra con crías de aves
- Observar a distancia: si el ave no está herida o en peligro inminente de depredación, es mejor no intervenir.
- Vigilar si hay adultos cerca: suelen estar atentos y alimentan a la cría incluso en el suelo. Alejarse y permitir que ellos actúen es la mejor opción.
- Evitar llevarlo a casa: criar aves silvestres sin autorización está prohibido y no mejora su bienestar. Pero si has de intervenir, déjalo en un lugar resguardado de predadores y del tráfico rodado, un arbusto o un árbol bajo puede hacer la función.
- Contactar con un centro de recuperación: solo si está herida o en peligro evidente.
La campaña forma parte del programa de biodiversidad urbana de diversas entidades ecologistas, que promueve una convivencia en el entorno urbano más respetuosa con la biodiversidad. «La presencia de crías en el suelo es una señal de que las aves siguen criando en nuestras ciudades, algo positivo que debemos potenciar y conservar».
Recuerdan también la importancia de mantener la vegetación urbana en buen estado durante la época de cría, evitando podas o desbroces que puedan destruir nidos o poner en peligro a las crías. Las aves urbanas no solo enriquecen nuestros barrios con su presencia y canto, también son aliadas en el equilibrio ecológico de las ciudades. La biodiversidad urbana de flora y fauna mejora la salud mental, ayuda a regular la temperatura, reduce la contaminación y favorece el bienestar general. Cuidar de las crías de aves —y de sus hábitats— es también cuidar de nuestra propia calidad de vida.