Centros de cría en cautividad del lince ibérico gestionados por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN): este ‘organismo’ es una entidad adscrita al Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que nace en 1995 de la unión del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) y el Instituto Nacional para la Reforma y el Desarrollo Agrario (IRYDA).
Centro de Zarza de Granadilla (Cáceres)
El Centro de Cría de Zarza de Granadilla se inauguró en marzo de 2011, entrando a formar parte de la red de centros de cría del programa de conservación ex-situ del lince ibérico.
Desde que naciera la primera camada en este centro extremeño (Jerte, Jaraíz y Jarilla) justo un año después de su entrada en funcionamiento, ya son 64 los cachorros nacidos en 5 temporadas reproductoras.
La mayor parte de estos cachorros serán entrenados para su liberación en el medio natural, tal como ya se ha realizado en 32 ocasiones en diferentes zonas de reintroducción en España y Portugal.
En el centro de cría trabajan veterinarios, cuidadores y videovigilantes. Además, existe un programa de voluntariado ambiental llevado a cabo por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), en el que 3-4 voluntarios realizan una estancia de unos 3 meses.
Centro de Cría de El Acebuche (Huelva)
Además del Centro de Cría de Zarza de Granadilla, el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) lleva a cabo la gestión en el Centro de Cría de Acebuche (Huelva), en el que se ha producido un total de 128 nacimientos, de los cuales 33 han sido liberados al medio natural.
En el Centro de Cría de Acebuche (Huelva) trabajan veterinarios, cuidadores y videovigilantes. Además, existe un programa de voluntariado ambiental llevado a cabo por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), en el que los voluntarios realizan estancias en el centro.
Dos décadas de un hito clave
El pasado 28 de marzo se cumplieron dos decadas de un hito clave en la conservación del lince ibérico (Lynx pardinus), una de las especies más amenazadas del Planeta.
El 28 de marzo de 2005, en el Centro de Cría en Cautividad de El Acebuche (Huelva) que gestiona el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), nacieron los primeros cachorros del programa de cría en cautividad.
La hembra Saliega dio a luz a una camada de tres cachorros –Brezo, Brecina y Brisa–, marcando un antes y un después en la lucha por la recuperación de la especie.
El Programa de Conservación Ex-situ del lince ibérico, iniciado en 2003, tenía como objetivo preservar la diversidad genética de la especie y proporcionar individuos para reforzar las poblaciones naturales.
El lince ibérico se encontraba al borde de la extinción
En aquel momento, el lince ibérico se encontraba al borde de la extinción, con menos de 100 ejemplares en libertad. El nacimiento de la primera camada en cautividad fue el primer paso hacia la consolidación de una población viable y la creación de una reserva genética fundamental para su recuperación.
Desde entonces, el centro de cría de El Acebuche, junto con el de Zarza de Granadilla, incorporado al programa en 2011, han sido piezas clave en la estrategia de conservación del lince ibérico.
En estos 20 años, un total de 291 cachorros han nacido en los centros gestionados por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), contribuyendo a la recuperación de las poblaciones silvestres de la especie.
Muchos de estos ejemplares han sido liberados en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal, ayudando a la expansión del lince ibérico más allá de sus últimos refugios naturales.
Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
Gracias a la combinación de la cría en cautividad, la reintroducción de ejemplares y la mejora del hábitat, el lince ibérico ha pasado de estar en «peligro crítico» a la categoría de «vulnerable» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Este hito demuestra que los programas de conservación bien diseñados, respaldados por el esfuerzo conjunto de administraciones, científicos y técnicos, pueden revertir situaciones críticas y garantizar la supervivencia de especies amenazadas.
Hoy el lince ibérico es un símbolo del éxito en la conservación de la biodiversidad, y su recuperación continúa siendo una prioridad. El trabajo desarrollado en los centros de cría en cautividad durante años por un amplio grupo de profesionales ha sido esencial para reforzar las poblaciones silvestres y asegurar el futuro de esta emblemática especie en la Península Ibérica.