Los productos fitosanitarios, conocidos como plaguicidas, se aplican para evitar que las plantas sean atacadas por insectos, hongos, bacterias, etc. La idea es prevenir su deterioro y garantizar el abastecimiento de vegetales a la población. Pero, el problema es que, al aplicarlos en los cultivos, pueden dejar residuos y generar preocupación en los consumidores.
Cada día nos alimentamos con una serie de productos que, según ha quedado demostrado, están cargados de plaguicidas y de productos tóxicos que resultan muy dañinos para la salud. Los informes son medianamente claros y hay que hacer algo para que esta situación cambie.
El elevado uso de plaguicidas expone a la población y al medio natural a pequeñas pero múltiples cantidades de sustancias sobre cuyo efecto combinado alerta la comunidad científica, ya que en realidad no se conoce cuál es el efecto de la combinación de tantas sustancias tóxicas.
Alimentos cotidianos ‘a tope’ de plaguicidas
Los alimentos cotidianos están contaminados por 130 plaguicidas, un 23 % más que el año anterior, según los últimos datos disponibles del Programa de Control de Residuos de Plaguicidas de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), analizados por los ecologistas en su informe “Directo a tus hormonas”.
Entre los fitosanitarios detectados, 60 son sustancias no autorizadas por la UE y 15 son candidatas a ser sustituidas porque tienen efectos cancerígenos, tóxicos para la reproducción, de disrupción endocrina o cumplen dos de las tres siguientes características: persistencia, bioacumulación y toxicidad.
Además, 49 de los plaguicidas encontrados son disruptores endocrinos (EDC) que dañan al sistema hormonal y 15 son sustancias PFAS o “químicos para siempre”, tóxicos muy persistentes que se relacionan con graves problemas de salud. En porcentaje, el 37 % de los alimentos contenían residuos de plaguicidas, que sube al 41 % en el caso de frutas y verduras.
Aunque el porcentaje de muestras contaminadas por encima del límite legal fue bajo, del 1,73 %, Ecologistas en Acción ha ido un paso más allá y ha analizado los plaguicidas detectados porque, para los más tóxicos, cualquier cantidad ingerida puede suponer un riesgo para la salud. Además, la exposición combinada supone un cóctel tóxico desconocido, del que la comunidad científica alerta.
Para Kistiñe García, responsable del Área de Tóxicos de los ecologistas y coautora del informe, “las Administraciones deben prestar atención a la exposición combinada a múltiples plaguicidas, un problema de salud pública de efectos desconocidos y que nuestra investigación demuestra que se produce en el 24 % de los alimentos, contaminados por dos o más pesticidas con casos extremos de nueve plaguicidas en una misma pieza”.
Según el origen de los alimentos, el porcentaje de alimentos con plaguicidas no autorizados más tóxicos es el doble en los productos importados: un 10 % frente al 4,70 % de los locales. Sin embargo, los productos españoles tienen más disruptores endocrinos, candidatos a la sustitución y PFAS.
Los datos de estudio demuestran que la población española está ampliamente expuesta a plaguicidas a través de la alimentación, lo que supone un problema de salud pública, sin olvidar que afecta a las personas que producen los alimentos, a sus comunidades y a la naturaleza.
Por todo ello, Ecologistas en Acción exige al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que ayude realmente a que los alimentos producidos en el Estado español se diferencien como productos sin tóxicos, para que permitan vivir digna y saludablemente a las personas que los producen. Esto redundaría en una mejora de la naturaleza y de la soberanía alimentaria necesaria para resistir luchas comerciales como la de los aranceles.
La organización ecologista también recomienda a la población que elija alimentos locales y de temporada, evitando así parte de los plaguicidas que se emplean para conservar frutas y verduras, que evitan el impacto del transporte a grandes distancias y ayudan a la agricultura local.
Sin embargo, como afirma Koldo Hernández, coordinador del Área de Agua de los ecologistas: “La responsabilidad no es individual: comer alimentos sin tóxicos es un derecho de toda la población que la Administración debe garantizar”.
Plaguicidas detectados | Sustancias detectadas en un mayor número de muestras |
130 sustancias plaguicidas diferentes | Los fungicidas imazalil y pyrimetanil |
60 plaguicidas no autorizados en la Unión Europea | El insecticida clorpirifós y fungicidas ditiocarbamatos. |
15 candidatos a ser sustituidas debido a su elevadísima toxicidad | Los fungicidas fludioxonil y difeconazole |
49 disruptores endocrinos (EDC) que afectan al funcionamiento del sistema hormonal | Los fungicidas imazalil y el pyrimetanil |
15 sustancias per y polifluoradas (PFAS), tóxicos muy persistentes | El fungicida fluopyram y el insecticida lambda-cyhalothrin |