«Los comienzos fueron ilusionantes y muy energéticos, pero sin dejar de sufrir las dificultades de la burocracia administrativa y los problemas de financiación», afirma Curro Villarreal, miembro del equipo emprendedor que, hace ahora diez años, puso en marcha Naturix, un proyecto dedicado a rehabilitar el mundo rural desde la «acuicultura ecológica», intentando vincular la actividad primaria con el ocio y el descanso a través de la pesca deportiva o la restauración.
«La idea surgió en el Parque Natural Bahía de Cádiz, cuando trabajaba en una antigua salina, desarrollando cultivos de lenguado y langostino», recuerda el hoy director técnico y gerente de Naturix. «Viendo el entorno tan privilegiado que ocupábamos y el modo de producir tan respetuoso con el medio, comprendimos que había que dar a conocer nuestra acuicultura a diversos colectivos».
Según Curro Villarreal, aunque este sector está considerado como estratégico en Europa, «en España aún no lo está con la importancia que merece», aunque espera que sea cuestión de tiempo y, de ese modo, «se puedan adecuar más piscifactorías en granjas acuícolas ecológicas, con su multiuso de espacio y actividad».
En su caso, una piscifactoría abandonada, la familia como principal apoyo, muchas ganas y algo de dinero sentaron las bases de Naturix. Hoy en día, al límite de sus fuerzas, este empresario aconseja a cualquier emprendedor que «nunca deje de perseguir sus sueños, que no desespere aunque lo vea todo negro, porque la fortuna siempre aparece, a veces más tarde que pronto, pero quizás deba ser de ese modo».
