Si te estás planteando comprar casa, es posible que hayas sopesado la idea de alejarte de la gran ciudad para comprar algo en una zona más tranquila, sea en el extrarradio o en plena naturaleza. Lo cierto es que vivir fuera de la ciudad, aunque pueda resultar más complicado por no tener tantos servicios cerca, es una decisión que puede cambiarte la vida para bien.

Las ciudades se han convertido en un frenesí de actividad y de presión, de gentío, de movimiento, de ruido. En contraste, las zonas rurales son más tranquilas, pausadas y relajantes. ¿Te has planteado vivir en el campo precisamente por eso? Pues aquí vamos a darte más razones para que des el paso.

¿Por qué es mejor vivir fuera de la ciudad?

Solo necesitas cuatro razones para tener claro por qué es mejor vivir fuera de la ciudad. Es un estilo de vida diferente, un cambio de situación, de entorno e incluso de gente que te hará ver la vida de otra manera, disfrutar más de los tuyos y cuidar más tu salud. A continuación, verás por qué:

Reduce el estrés y mejora la salud mental – Los ruidos, las prisas, las aglomeraciones y esa sucesión constante de estímulos hacen que se eleven los niveles de cortisol en nuestro organismo, provocando que aumente el estrés sin que nos demos cuenta, y sin que podamos hacer nada para evitarlo. Al vivir en una zona rural, o lejos del núcleo urbano, todo el entorno es mucho más tranquilo y pausado, reduciendo la ansiedad y mejorando el bienestar emocional.
Estás más cerca de la naturaleza – No estar en medio de la urbe implica estar mucho más cerca de los paisajes naturales, tener un aire más puro, más árboles, más facilidad para escuchar el canto de los pájaros. Numerosos estudios han demostrado que estar en contacto con la naturaleza reduce la presión arterial, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico. En definitiva, son todo ventajas.
Mejora la calidad del sueño – Además de evitar los ruidos de la ciudad, que pueden dificultar el sueño, al estar más cerca de la naturaleza y de entornos naturales se respeta mucho más el ciclo solar y lunar, ya que hay menos luces artificiales. Eso ayuda a nuestros ritmos circadianos y facilita que podamos conciliar el sueño al caer la noche. Por no hablar de la reducción de la contaminación lumínica. Todo ayuda en este sentido.
Refuerza la actividad física diaria – Muchas personas creen que el hecho de tener un gimnasio en la ciudad ya es un buen refuerzo para la actividad física, pero eso no significa que quien viva en el campo no tenga la oportunidad de hacer ejercicio, sino todo lo contrario. En las zonas más rurales y los pueblos lo habitual es ir caminando a todas partes, hacer más tareas manuales como cuidar un jardín o un huerto e incluso moverse por terrenos más complicados como son los naturales. Son actividades que contribuyen a la hora de hacer ejercicio, y más de lo que parece.

Tener una casa lejos de la ciudad puede ser algo muy positivo. Aquí te hemos dado razones más que suficientes para que te animes a dar el paso y compres una casa en el campo o en un pueblo. ¿Vas a hacerlo?