Muchos días del gato
El 17 de febrero es el Día Europeo del Gato, el 20 de febrero es el primer Día Internacional del Gato en conmemoración al fallecimiento de Socks, el amigo felino del ex presidente Clinton. El del 8 de agosto lo instauró la Fundación Internacional para el Bienestar Animal y el del 29 de octubre lo creó una activista llamada Colleen Paige, para denunciar el abandono y maltrato que sufren los gatos en EEUU.
Una mascota increíble
Los gatos acompañan al ser humano desde hace milenios, siendo de los pocos animales que se domesticaron a sí mismos. Se acercaron a los primeros asentamientos humanos atraídos por las ratas y ratones que rondaban los silos, luego se fueron dejando querer y finalmente se ganaron su propio lugar en las diversas sociedades.
Estas criaturas sociables, pero a la vez independientes han provocado en las personas las más controvertidas reacciones: han sido adorados como dioses y odiados como demonios. De hecho, en muchas culturas occidentales, aún se cree que un gato negro es símbolo de mala suerte, cuando el color de una criatura no tiene nada que ver, con lo buena o miserable que resulte la existencia de quien se la cruza en su camino.
Rescates
Los gatos urbanos, ferales o callejeros no han decidido serlo. Estos felinos son parte de los miles de animales que conforman un ecosistema citadino, en el que cumplen la función de controlar a las poblaciones de ratas y ratones, unas plagas que se alimentan de la basura que generamos los seres humanos y que son portadoras de cientos de enfermedades, muchas de ellas mortales.
Por cada diez gatos que se abandonan, apenas uno o dos son capaces de adaptarse a sus nuevas condiciones y sobrevivir y de cada camada, el 50% de los gatitos fallece y del resto, muchos no llegan a la adultez. Por ello es tan importante castrar a las colonias ferales y recuperar a las camadas restantes antes de que perezcan.
Denuncias
Cuando se rescatan animales que se sabe han sido víctimas de maltrato es vital que se realice la denuncia correspondiente ante la policía. Nos hemos pasado años exigiendo que haya leyes que los protejan y ahora que ya las tenemos, “normalizamos” el maltrato callando.
No tiene lógica pedir ayuda, acogida o adopción para unos bebitos publicando en las RRSS que ‘alguien’ los abandonó en una bolsa en un contenedor, sin tomar medidas contra su maltratador. Si quienes dañan a los animales quedan impunes, habremos salvado a algunos, pero dejamos indefensos a todos aquellos que, en el futuro, puedan cruzarse en su camino.
Por Sandra MG para ‘ECOticias.com’