Gracias a una iniciativa española, cada año el 1 de febrero se conmemora el Día Mundial del Galgo, que no es una ocasión para festejar, sino para reflexionar. ECOticas.com – ‘El Periódico Verde’ suma su voz al grito de ¡Salvemos a los galgos españoles!
Asociaciones salvadoras
Esta es una efeméride cuya instauración ha sido impulsada por multitud de asociaciones de amigos de los galgos. Su objetivo es dar a conocer las condiciones de vida de estos animales y concienciar a todo el mundo del maltrato, las vejaciones y la falta de cuidados a los que son sometidos estos animales, cuya vida en manos de los cazadores tiene fecha de vencimiento: 4 años.
Otro de los cometidos para los cuales se creó este día, es para evitar que los cazadores maten a los galgos que ya no les sirven y eso solo se puede conseguir dándoles una segunda oportunidad, es decir, rescatándolos y buscándoles nuevos hogares, en los que puedan vivir dignamente el resto de su vida como animales de compañía.
Una vida de perros
España es el país originario de esta raza de perros, por ello su denominación es galgo español y es una raza pura, producto de la crianza y la selección desde hace siglos y sin la necesidad de haberlo cruzado con otras razas. El galgo pertenece al grupo de los lebreles de pelo corto, aunque también hay una variedad de pelo duro.
Cada año se crían miles de galgos para proveer al mundo cinegético, puesto que son de gran ayuda para los cazadores. Muchos de estos galgos (lamentablemente la mayoría) caen en manos de desaprensivos dueños, que les dan un trato diario terrible, los entrenan corriendo junto a vehículos en manada y cuando pasan de 4 años y ya no sirven para cazar se deshacen de ellos colgándoles con un alambre al cuello de las ramas de un árbol y dejándoles morir de asfixia.
Hablamos de una existencia miserable, en la que los animales viven hacinados en espacios reducidos, sin salir más que para las monterías, con una alimentación poco balanceada y sin más cuidados que los mínimamente obligatorios, como es la colocación del chip y las vacunas (y hay casos en los que ni eso se ha hecho).
Para entrenarlos y que aprendan a correr tras la presa se los ata a traíllas de varios animales y se los pone a correr tras un coche, una moto o un tractor y si alguno se cae, puede ser arrastrado varios metros antes de que el conductor se percate de ello y obviamente ese pobre animal tendrá los días contados, porque al que no sirve para cazar se lo desecha como a un trapo viejo.
Cómo será de terrible esta consideración, que cuando tras 4 años de ser un perro fiel, obedientes, de haber cazado miles de presas para sus amos, llegado el momento de deshacerse de ellos, los desalmados tienen la sangre fría de colgarlos en el monte y dejarlos morir en soledad, sin que ello les mueva un pelo.
1 de febrero: adiós a los perros
La fecha designada como Día del Galgo es el 1 de febrero puesto que, casi todas las vedas de caza comienzan alrededor de este día, eso implica que unos 100.000 galgos pasan a ser catalogados como inútiles y sus dueños o los matan vilmente o los abandonan en montes y carreteras.
Estos pobres animales, famélicos, deshidratados, desorientados y profundamente dolidos vagan sin rumbo hasta que los atropellan, los golpean o mueren de frío o de hambre. Los menos tienen la suerte de ser rescatados, rehabilitados y entregados a familias que los adoptan y les ofrecen la vida de dignidad y respeto que todo animal merece.