La financiación climática implica el aporte de recursos e instrumentos financieros que se usan para apoyar la adopción de medidas en materia de cambio climático. Referidas a las cumbres es el dinero que los países ricos deben aportar, para ayudar a las naciones pobres.
La financiación climática es fundamental para hacer frente al cambio climático debido a lo necesarias que son las inversiones a gran escala con vistas a lograr la transición hacia una economía mundial con bajas emisiones de carbono.
Por otra parte, se debe ayudar a las sociedades a aumentar su resiliencia y a adaptarse a los efectos del cambio climático, especialmente a aquellas más vulnerables, que en general son las que han contribuido en muchísima menor medida al calentamiento global, pero sufren sus consecuencias de forma significativa .
La financiación marcará la diferencia
El presidente de la pasada COP29 de Bakú, Mukhtar Babayev, consideró que «quitarle dinero» al cambio climático y al desarrollo es una «decisión miope», por lo que la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo que Sevilla acogerá a final de mes «llega en un momento crítico».
El actual representante presidencial especial para Asuntos Climáticos de Azerbaiyán y ex titular de la cartera de Ecología y Recursos Naturales se encuentra esta semana en Bonn (Alemania) con motivo de la Conferencia sobre el Clima, donde se fijan las bases de la próxima COP30 que organizará Belém (Brasil) en noviembre.
En una entrevista, Babayev da su visión sobre las expectativas que hay cara al actual encuentro en Alemania y acerca de la próxima cumbre que arrancará a finales de mes en Sevilla (desde el día 30 hasta el 3 de julio). Con relación a la agenda de Bonn, el político afirmó que se espera que las partes logren «verdaderos avances» en materia de apoyo para mitigar el impacto de la transición energética y se prevén «conversaciones avanzadas sobre compromisos como el de triplicar la capacidad de energía renovable y acelerar la acción sobre transición energética en esta década crítica».
«Consultaremos con los Gobiernos y la sociedad civil sobre la ‘hoja de ruta de Bakú a Belém’ -avanzó- para alcanzar el objetivo financiero climático de 1,3 billones de dólares (1,1 millones de euros, la meta anual acordada en la COP29 destinada a países en desarrollo)». Según Babayev, «estas sesiones (en Bonn) ayudarán a identificar y dar forma a opciones creíbles sobre cómo podemos alcanzar este objetivo (financiero)».
¿Qué pasará en Sevilla?
En cuanto a la próxima Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU programada en Sevilla, que arrancará el próximo día 30, consideró que «llega en un momento crítico». En este sentido, se remitió a la COP29 que él presidió, donde se acordó proporcionar anualmente 300.000 millones de dólares (250.000 millones de euros) en concepto de financiación climática a países en desarrollo para 2035, «una decisión histórica».
«Pero en lugar de intensificarlo, los donantes comenzaron el año 2025 dando marcha atrás» y se registró por todo el mundo un recorte en el presupuesto destinado al desarrollo, lamentó Babayev. Según él, «quitarle dinero al desarrollo y al clima es una decisión miope», ya que «cada dólar gastado en estas áreas es una inversión en nuestro futuro compartido».
«Se supone que este es el año en el que arrancamos la década de la implementación sobre el clima, pero que esto no ocurrirá a menos que traigamos el dinero que hemos prometido», advirtió el político, que considera «necesario cumplir con el compromiso de doblar la financiación para finales de año. Azerbaiyán estará en Sevilla para luchar por la financiación climática y para que los países rindan cuentas por las promesas que han hecho», aseguró.
En cuanto a algunos de los acuerdos ya alcanzados, recordó que en Baku «se creó un nuevo objetivo para incrementar la capacidad de almacenaje energético global hasta seis veces por encima de los niveles de 2022″. El representante especial para asuntos climáticos de su país destacó que también «se pusieron en marcha nuevos compromisos sobre hidrógeno y zonas de energía verde».
«Estas medidas ayudarán a crear un sistema energético que esté preparado para el despliegue masivo de energía renovable. Así es cómo nuestra ‘agenda para la acción’ ayudará a una transición equitativa, justa y ordenada desde los combustibles fósiles en nuestros sistemas de energía», concluyó. EFE / ECOticias.com