Cambio climático: Malditos combustibles fósiles. «El informe confirma lo que ya sabíamos: que la devastación climática provocada por los combustibles fósiles alcanzó su punto álgido en 2022. Y no hay indicios de que vaya a remitir en 2023, con una ola de calor mortal que está azotando Asia este mes y capas de hielo que se derriten más rápido que nunca.
Y con la sequía que comenzó el año pasado y que se está agravando ahora mismo en España, conduciéndonos a pérdidas de cosechas desastrosas. Pero todo sigue igual para la industria de los combustibles fósiles, cuya carta de presentación parece ser maquillar de verde su imagen pública mientras sigue cometiendo crímenes climáticos devastadores».
«La solución está delante de nuestras narices: la industria de los combustibles fósiles debe morir, no las personas. Mientras el poderoso poder de la industria de los combustibles fósiles siga intacto, la crisis del cambio climático seguirá agravándose.
Los gobiernos de todo el mundo tienen que dar un paso al frente: a partir de este año no puede haber nuevos proyectos de infraestructuras fósiles, las emisiones mundiales, así cómo las españolas tienen que reducirse por lo menos a la mitad para 2030 y, en última instancia, los combustibles fósiles tienen que desaparecer para siempre.
Hay que reducir el consumo de energía, mejorar la eficiencia energética, y llegar rápidamente a un sistema energético 100% de energías renovables. Es algo totalmente obvio». Cambio climático: Malditos combustibles fósiles.
