La medida afecta a un 12% de los vehículos ligeros de la UE, aunque contempla un periodo de adaptación hasta 2016 que ha sido duramente criticado por las asociaciones ecologistas, las cuales entienden que dicho retraso responde a la presión directa que ha ejercido la industria automovilística en las negociaciones de la legislación. Por su parte, el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, declaró que «si no llegábamos a un acuerdo sobre este compromiso de propuesta no tendríamos ningún tipo de propuesta…