La firma del óvalo puso en marcha este programa en la primavera de 2010 y desde entonces ha llevado a cabo mil evaluaciones, que han generado un ahorro potencial de 140.000 litros de carburante y que se hayan dejado de emitir 360.000 kilos de CO2, lo que supone una disminución del 9%.
La iniciativa, dirigida a los 1,6 millones de propietarios de un Ford adquirido después de 1998, ofrece la posibilidad de evaluar los elementos clave para el consumo de un coche, mediante una inspección de los neumáticos, del filtro del aire y de la situación general del vehículo.
Tras esta revisión, la empresa instala un módulo en el coche que recoge datos durante una semana. Concluido este período, el usuario devuelve el módulo para que el personal técnico analice los datos y elabore un informe.
Este informe recoge el potencial de mejora del conductor, el posible ahorro de carburante, la reducción anual de CO2, el uso del cambio de marchas, la anticipación a la conducción o el promedio de la velocidad.
Según la empresa, esta herramienta, que tiene para el cliente un coste de 30 euros más IVA, puede proporcionar ahorros de combustible de hasta el 25% mediante la mejora de la conducción.
ECOticias.com – ep