Cataluña, Baden-Württemberg, Emilia-Romaña, Londres, Hessen, Lombardía, Renania del Norte-Westfalia, Piemonte, Randstad, Estiria, Véneto y Flandes han elaborado un posicionamiento común para que la Unión Europea tenga en cuenta las autoridades regionales a la hora de revisar la Directiva de calidad del aire. • Estas regiones incluyen algunas de las áreas más densamente pobladas e industrializadas de la UE y han estado a la vanguardia de la gestión de la contaminación ambiental durante los últimos años.
Cataluña y 11 regiones europeas más integrantes de la red AIR (AIR-Quality Iniciative of Regiones) han elaborado un posicionamiento común para reclamar que se revise la Directiva de calidad del aire para ayudar a las autoridades regionales a tomar las medidas más adecuadas para la mejora de la salud de la población. De hecho, en la última década, las regiones de Europa, entre ellas Cataluña, han desarrollado acciones realmente decisivas en este sentido. Sin embargo, reclaman un mayor apoyo de la Comisión y los Estados miembros para ayudar a combatir las fuentes contaminantes.
La red AIR se fundó en 2011 y representa 12 regiones de 7 Estados de la Unión Europea (UE): Baden-Württemberg, Cataluña, Emilia-Romaña, Londres, Hessen, Lombardía, Renania del Norte-Westfalia, Piamonte, Randstad, Estiria, Véneto y Flandes. En conjunto, estas regiones representan el 22% del PIB y el 18% de la población de la UE (88 millones de habitantes). Estas regiones, que incluyen algunas de las áreas más densamente pobladas e industrializadas de la UE, como Milán, Turín, Bolonia, Rotterdam, Bruselas, Stuttgart, Colonia, Londres o Barcelona, han estado a la vanguardia de la gestión de la calidad del aire durante los últimos años. A pesar de estos esfuerzos, estas regiones, como muchas otras en la Unión Europea, tienen dificultades para alcanzar algunos de los límites de los valores establecidos en la Directiva de calidad del aire.
La red ha solicitado, entre otras medidas, la simplificación de la legislación en este ámbito, con unos regímenes de valores límites respecto a los contaminantes atmosféricos más adecuados a las evidencias médicas y con acciones destinadas a las áreas donde se produce un mayor impacto sobre la salud humana. También ha querido remarcar la necesidad de que las regiones puedan decidir sus prioridades en materia de reducción de la contaminación, dentro de unos determinados parámetros.
Los representantes regionales han pedido a los encargados de formular las políticas comunitarias sobre la calidad del aire que, en el proceso de revisión del cumplimiento de la normativa, se tenga en cuenta que se hayan tomado todas las medidas razonables y proporcionales. En el caso del fracaso en la reducción de óxidos de nitrógeno (NOX) en las principales áreas metropolitanas europeas, derivado de la aplicación de las recientes normas Euro de vehículos, también se reclama que Europa asuma su parte de responsabilidad y que las regiones no tengan que asumir costes extraordinarios para hacer frente a los agujeros en el cumplimiento de esta norma. En este caso concreto, las políticas dirigidas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no han ayudado a mejorar la calidad del aire en los entornos urbanos.
Las regiones y ciudades se han mostrado dispuestas a compartir sus experiencias a través del Grupo AIR y otros foros para maximizar la aplicación de buenas prácticas a nivel regional en toda la Unión Europea.
El secretario de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Josep Enric Llebot, ha participado esta mañana en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, en la conferencia «A Breath of fresh AIR: Regional approach to future air-quality policy». Representantes políticos de las 12 regiones europeas que integran la red AIR han debatido sobre el futuro de las políticas de calidad del aire y las mejores actuaciones a adoptar en Europa, poniendo especial énfasis en el punto de vista de los problemas reales de las regiones . Han asistido miembros del Parlamento Europeo, el comisario de la Unión Europea de Medio Ambiente, Janez Potočnik, el comisario de la UE de Industria y Empresa, Antonio Tajani, y el director general de Energía de la UE, Philip Lowe.