Las emisiones de gases de efecto invernadero en Francia han disminuido un 4,8% en 2023 con respecto a 2022. Este resultado está en consonancia con el objetivo del Gobierno de Francia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 55% de aquí a 2030.
Un «año históricamente bueno» y un «año récord». El ministro francés de Transición Ecológica, Christophe Béchu, anunció el miércoles 20 de marzo que Francia había reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 4,8% en 2023 con respecto a 2022. Solo para 2023, se trata de «casi la totalidad de la reducción» registrada «en Francia entre 2012 y 2017″, declaró el ministro en TF1.
El cambio climático está relacionado con la actividad humana y, más concretamente, con nuestras emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el uso de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero. Francia se ha fijado el objetivo de reducir sus emisiones en un 55% de aquí a 2030, con respecto a los niveles de 1990. Esto implica una reducción anual del 5% cada año entre 2022 y 2030.
«Este año, 2023, se mantiene el ritmo que debemos mantener hasta el final de la década», declaró Christophe Béchu, Ministro de Transición Ecológica, en TF1.
La reducción de 2023 «se aplica a todos los sectores», según Christophe Béchu, anticipando las cifras de Citepa, organismo encargado de evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero en Francia. La disminución es «más marcada» para el sector de la construcción. «Es la continuación de la renovación, de la sobriedad también por parte de los hogares», declaró. «También hubo un descenso en la industria, pero se repartió a lo largo del año y no estuvo vinculado a una ralentización económica a finales de año», añadió.
Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero más lenta en el transporte
La ministra francesa de Transición Ecológica admite un inconveniente: una «reducción más modesta en el transporte», donde «las emisiones han disminuido sin embargo en torno al 2%». A menudo se critica la lentitud de la reducción en el sector de los transportes. En 2022, las emisiones del sector habían aumentado incluso un 2%. Las dificultades para lograr una reducción son «un verdadero problema, ya que las emisiones de Francia proceden principalmente del transporte», señala Nicolas Goldberg, especialista en energía de Columbus Consulting.
«El mayor reto para Francia es el transporte», declaró el climatólogo Gilles Ramstein en franceinfo en 2022. Con 136 millones de toneladas de CO2, el transporte es el mayor emisor de gases de efecto invernadero en Francia (31% de las emisiones), muy por delante de la industria (19% de las emisiones) y la agricultura (19% de las emisiones), según datos del Alto Consejo Francés para el Clima.
Para Nicolas Goldberg, el Gobierno solo aborda «tímidamente» el problema, mientras que debería «acelerar» en este ámbito. Pone como ejemplo el alquiler social de coches eléctricos, que califica de «magnífica idea». La medida, víctima de su propio éxito, fue paralizada para 2024 allá por febrero. «Es una pena que el Gobierno haya optado por dejarlo en suspenso en lugar de prorrogarlo», comenta, y subraya que el plan puede ayudar a «romper creencias e ideas preconcebidas», como que estos vehículos son caros, poco fáciles o prácticos de usar.
Las emisiones del sector aéreo siguen aumentando
Por lo demás, sigue siendo difícil distinguir entre las reducciones fruto de esfuerzos reales y las ligadas a la inflación. La «caída espectacular» del consumo de gas y electricidad está vinculada a la explosión de los precios, afirma Nicolas Goldberg. Según él, se mantendrán ciertas prácticas, como calentar las habitaciones a solo 19°C. «Pero los fabricantes que han modificado sus procesos para consumir menos gas, ¿seguirán haciéndolo?», se pregunta el experto. ¿Fue la crisis un detonante, o aceleró una tendencia que ya existía?».
El descenso se debe «principalmente a los efectos cíclicos, desgraciadamente sufridos, vinculados sobre todo a las subidas del precio de la energía, y por tanto a una sobriedad involuntaria», coincide Cyrielle Denhartigh, coordinadora de programas de la organización Réseau action climat.
Una cosa es cierta: las tendencias deberán continuar si queremos cumplir nuestros objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sobre todo, advierte Nicolas Goldberg, Francia solo podrá alcanzarlos si consigue desbloquear el sector de los transportes. Además de la electrificación del automóvil, esto podría implicar más transporte público, más sobriedad reduciendo la velocidad en las carreteras, o medidas para reducir el peso de los vehículos, dice el especialista. Pero cuando se trata de cuestiones que afectan al coche individual, «está claro que vamos hacia atrás». En cuanto a los aviones, Cyrielle Denhartigh opina que el Gobierno debe «reformar la fiscalidad del sector aéreo, cuyas emisiones siguen aumentando».