España está entre los países que en los últimos años se ha preocupado, cada vez más, de dar formación ambiental a sus ciudadanos. Pero según los expertos, aún le falta mucho para ocupar un puesto de preeminencia entre aquellas naciones que consideran este tipo de educación como primordial y básica.
Definición de Formación Ambiental
Se entiende por formación ambiental, al proceso de reconocer valores y aclarar conceptos para desarrollar las habilidades y actitudes necesarias que permitan entender y apreciar la interrelación entre el hombre, su cultura y su entorno biofísico.
La educación ambiental también implica una parte netamente práctica en la toma de decisiones y en la formulación de un código de conducta individual y colectivo, sobre cuestiones relativas a la calidad ambiental.
La problemática del Medio Ambiente
Es innegable que los problemas ambientales han estado creciendo de forma peligrosa a lo largo de las últimas décadas, incluyendo el cambio climático, la acidificación de los océanos, la destrucción de la biodiversidad, los riesgos alimentarios en una demografía de rápido crecimiento, la vulnerabilidad al fracaso de los suministros energéticos y de agua potable, etc.
El hecho de que la preocupación medioambiental no sea una considerada como una verdadera prioridad para los ciudadanos de la mayoría de los países del mundo, significa que la Formación ambiental no ha alcanzado aún sus objetivos.
La fuerte oposición de poderosos empresarios y lobbies, a la popularización de la formación ambiental que va en contra de sus intereses tiene una parte de culpa en este fracaso, pero el problema mayor estriba en las dificultades para integrar proyectos orientados a la acción y la resolución de problemas en la rígida estructura del sistema educativo. Algo que poco a poco va cambiando.
Formación Ambiental en España
Los orígenes de la educación ambiental en España se pueden situar en los ensayos naturales de Santiga (que datan de 1975, hace más de 40 años), diseñados por un equipo de ecologistas y botánicos de la Universitat Autònoma de Barcelona y por profesores de secundaria.
Luego se han ido uniendo diferentes iniciativas, que han contribuido a la popularización del concepto. De esta manera, la formación ambiental ha llegado a las escuelas, a los centros cívicos, a la enseñanza media, a los hogares, etc.
La educación ambiental ha florecido en las universidades, gracias al desarrollo de materiales educativos y a la labor de los centros de formación ambiental, así como a la oportunidad de acceder a calificaciones en Ciencias Ambientales y a Másteres y Postgrados y a la aparición en los mercados de los “empleos” verdes. Pero la preocupación ambiental, en general, sigue siendo bastante baja y su desarrollo se ve castigado con las fluctuaciones de la economía.
Uno de los graves problemas es que la educación ambiental es esencial, pero por sí sola no cambia la conducta humana colectiva, porque siempre existen otras motivaciones contradictorias, como es el ejemplo del anti-ambientalismo que se aprecia en muchos medios de comunicación y que dificulta que el pensamiento científico y sus conclusiones lleguen a más personas.
La formación ambiental en el resto del mundo
En países como Suecia, Suiza, Finlandia o Japón existe una concienciación ambiental que va más allá de la formación en las escuelas o a nivel académico. Ejemplo de ello es que los ciudadanos han dejado de llamar empleos verdes a todas aquellas tareas que se relacionan con la protección del medio ambiente, simplemente porque los consideran una fuente de trabajo más.
El reciclaje, el cuidado de los recursos, la protección de la biodiversidad, la eficiencia energética o la sostenibilidad están completamente integradas en la vida diaria de las personas y esa es la gran diferencia entre estos países y el resto de las naciones del mundo.
Aun así, nuestro país está dando grandes pasos para ampliar la oferta de formación ambiental y ofrecer cada vez más y mejores oportunidades en el sector de las energías renovables, el cuidado y preservación de la biodiversidad o la protección de humedales, pantanos y marismas. estos son apenas unos pocos ejemplos de este tipo de oferta formativa, que en España, cada año crece, se potencia y mejora.