Está muy bien avanzar e intentar logros personales y empresariales. Pero siempre hay que pensar en los demás y en el futuro que les dejamos a los que vendrán detrás. Para que tengan las mismas oportunidades que estamos aprovechando nosotros. Así nació el concepto de sostenibilidad. Con el fin de alertar a la gente para que sus acciones no agoten los recursos que tenemos.
Cuando se habla de sostenibilidad se trata de desarrollar y satisfacer una necesidad actual, sin comprometer las necesidades y capacidades de las generaciones futuras. Debe garantizarse un equilibrio entre la protección del medio ambiente, el crecimiento económico y el bienestar social. Esto da lugar a tres subtipos de sostenibilidad diferentes.
Los diferentes tipos de sostenibilidad
Sostenibilidad económica
Por un lado, el objetivo es que el crecimiento económico genere riqueza equitativa, que, al mismo tiempo, no perjudique los recursos de la Tierra. Y que los recursos económicos se inviertan y distribuyan de manera justa y equitativa, para que el desarrollo sostenible sea completo. La idea es que la riqueza no vaya en detrimento del empleo de los recursos, pero que su empleo sea rentable.
Existen varios indicadores macroeconómicos que nos permiten saber si las empresas, además de ser rentables, son sostenibles. Por ejemplo, el porcentaje de transporte sostenible o de energías renovables que emplean es una buena pauta. Si tuviéramos en cuenta estos indicadores en lugar del PIB, podríamos saber si el crecimiento económico de un país afecta a su sostenibilidad.
Sostenibilidad Ambiental
Tiene como objetivo garantizar que los recursos de la naturaleza se utilicen racionalmente y que se proteja el medio ambiente, porque la mayoría de los recursos del planeta se pueden agotar si no se optimiza su empleo.
También fomenta la sustitución de las energías tradicionales por fuentes de energías renovables que son menos perniciosas para el medio ambiente. Se trata también de ahorrar agua, utilizar transporte sostenible e innovar en construcción y arquitectura para que viviendas y edificios se construyan teniendo en cuenta la sostenibilidad.
Sostenibilidad social
Su principal objetivo es lograr el equilibrio entre la población y su sostenibilidad. Con esto en mente, se alienta a las personas, comunidades y culturas a desarrollarse para que todos tengan calidad de vida, una buena salud y una mejor educación, siempre de manera equitativa. También se esfuerza por promover la igualdad de género y la no discriminación.
La sostenibilidad y los ODS
Una vez definido qué era el desarrollo sostenible, las Naciones Unidas establecieron una serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible (u Objetivos Globales) que se pretenden alcanzar e imponer en todo el mundo antes para el año 2030. Esto se hizo con la idea de garantizar que los ciudadanos de todos los países del mundo tengan las mismas oportunidades de desarrollarse sin comprometer la sostenibilidad del planeta. Los ODS son 17 en total.
¿Qué podemos hacer para apoyar la sostenibilidad?
Una de las claves es la eficiencia energética. Vivir en una casa sostenible, que esté orientada a aprovechar al máximo las horas de sol. Que utiliza energía renovable, que está debidamente aislada para no perder calor o no pasar frío. De esta forma, no solo podremos ahorrar energía, sino también reducir la contaminación que producimos.
También podemos comprar a empresas comprometidas con el cuidado del medio ambiente. organizaciones que producen de forma sostenible, contaminan lo menos posible y pagan a sus empleados lo que se merecen, sin hacer discriminaciones de ningún tipo.
Consumir de forma eficaz, evitando el despilfarro de productos. Sumarse a las 4 erres de la economía circular: reducir, reciclar, reutilizar y reparar. Comprar en tiendas de segunda mano. Ser conscientes de las consecuencias de nuestro modo de vida y cuidar nuestra huella ecológica.