Según Bernardo Jaén, director del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), el felino consumió líquidos en las últimas horas e incluso se le vio de mejor ánimo.
- ESTE LUNES SE LE REALIZARÁ UNA NECROPSIA PARA DETERMINAR CAUSA DE MUERTE
- SINAC DETERMINARÁ SI ENTIERRA EL CUERPO DEL ANIMAL O LO ENVÍA A DISECAR
La muerte del león Kivú tomó por sorpresa a algunas autoridades que notaron en los últimos días una pequeña mejoría en su salud.
Según Bernardo Jaén, director del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), el felino consumió líquidos en las últimas horas e incluso se le vio de mejor ánimo.
Kivú superó las expectativas de vida de un animal de su especie en libertad que ronda entre 10 y 14 años, ya que alcanzó casi los 19 años.
El funcionario explicó que la agonía del animal se extendió por cinco horas este viernes y ya analizaban la decisión de una muerte por inyección “ya estábamos preparados, habíamos tomado la decisión que en el caso de que amaneciera agonizante el sábado, le íbamos a ayudar con una muerte asistida sin dolor”agregó Jaén.
El cuerpo del león se encuentra en el laboratorio de patología de la escuela de medicina veterinaria, de la Universidad Nacional, donde este lunes le realizarán una necropsia para determinar si además del fallo renal que padecía, tuvo alguna causa de muerte relacionada.
El Dr. Mauricio Jiménez, director del centro veterinario, informó a través de la oficina de prensa, que los resultados del examen post muerte estarán listo “para mediados de semana”.
El futuro de los restos de Kivú es incierto, al Sistema de Áreas de Conservación le corresponde decidir si enterrará el cuerpo, lo entregará para investigación o lo enviará a disecar, como sucedió con Kariba, su hermana, que murió de cáncer en 2011 y cuyo cuerpo se exhibe en el zoológico que los vio crecer.
Al león se le diagnosticó un padecimiento incurable, por medio de un comunicado de prensa, el Minae defendió la decisión de trasladarlo de la que fue su casa durante 18 años: “la calidad de vida de Kivú mejoró sustancialmente durante las primeras semanas después de su traslado a Zooave. El león contaba con un recinto de más de 300 metros cuadrados, con árboles y plantas. Además de estar fuera de exhibición, se encontraba bajo monitoreo constante las 24 horas del día”.