Concretamente supone, si es aprobado, recortar $2,600 millones de su presupuesto actual (de $8,200 millones), lo que llevará a la eliminación de unos 3,200 puestos de trabajo, cerca de un quinto de los 15,000 funcionarios que hacen ciencia y ayudan en la conservación y generación de normativa para proteger el agua, aire y las especies de animales y plantas del país.
Reducir en 31% los fondos de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), tendrá un impacto considerables en las políticas que ese organismo ha venido implementando en la última década para hacer frente al cambio climático.
Concretamente supone, si es aprobado, recortar $2,600 millones de su presupuesto actual (de $8,200 millones), lo que llevará a la eliminación de unos 3,200 puestos de trabajo, cerca de un quinto de los 15,000 funcionarios que hacen ciencia y ayudan en la conservación y generación de normativa para proteger el agua, aire y las especies de animales y plantas del país.
Esta es la controvertida propuesta difundida por el presidente Donald Trump y que será enviada formalmente al Congreso para su discusión.
Con este recorte, la agencia ambiental sería sin lugar a dudas la más afectada y la dejaría con un presupuesto de unos $5,700 millones, su nivel más bajo en 40 años. El plan elimina el gasto en todas las investigaciones e iniciativas relacionadas con el cambio climático. Además, elimina unos $600 millones en subsidios estatales para investigación.
Según explicó Bill Becker, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Agencias de Aire Limpio a la publicación National Geographic, los recortes podrían significar la eliminación de al menos 38 programas diferentes que describe como «generalmente bipartidistas, ampliamente eficaces y no polémicos».
Entre ellos figura el apoyo a las aldeas de Alaska amenazadas por el cambio climático, las pruebas de calidad del agua para las playas y Programa de Investigación para el Cambio Global de los Estados Unidos, responsable de generar uno de los informes más completos del país sobre el impacto del cambio climático en EEUU.
El ajuste también propone erradicar o privatizar el programa de etiquetado popular y de ahorro de emisiones para productos de bajo consumo energético llamado Energy Star.
Tal como lo prometió en campaña, la propuesta presupuestaria de Trump es eliminar el financiamiento del llamado Plan de Energía Limpia del gobierno de Obama, destinado a lograr que los estados reduzcan las emisiones de carbono y propone la eliminación de cualquier tipo de subvenciones de la EPA, como las que se hacen amparadas en la Ley de Reducción de Emisiones de Diesel para financiar el reemplazo y adaptación de motores diesel viejos.
Por si fuera poco, la nueva propuesta presupuestaria de Trump elimina los programas de limpieza de los Grandes Lagos y la Bahía de Chesapeake (que incluye seis estados y el Distrito de Columbia).
Iniciada en 2010, la Iniciativa de Restauración de los Grandes Lagos es un proyecto federal que pretende restaurar las vías navegables, reducir las especies invasoras y reactivar la actividad económica en los estados fronterizos con los Grandes Lagos. Este un plan que es ampliamente elogiado por legisladores y políticos estatales en ambos partidos.
«La Iniciativa de Restauración de los Grandes Lagos ha sido crítica para limpiar nuestros canales, restaurar los hábitats de peces y vida silvestre y combatir especies invasoras, como la carpa asiática», explicó a The Washington Post Debbie Stabenow, copresidenta del Grupo de Trabajo del Senado de los Grandes Lagos. Los Grandes Lagos proporcionan agua potable a 40 millones de estadounidenses y contribuyen anualmente con $10,000 millones en turismo.
Ni siquiera el propio administrador de EPA Scott Pruitt, quien históricamente se ha destacado por ser un detractor de la agencia que hoy lidera, solicitó un recorte tan significativo. Ante la Casa Blanca, Pruitt presionó para que el presupuesto de EPA quedara en cerca de $7,000, pero no en $5,700 millones. Esto son $1,300 millones menos de lo solicitado por él.
Tampoco los republicanos del Congreso, conocidos por ser críticos de las regulaciones de la EPA, han propuesto un ajuste tan restrictivo al presupuesto de la agencia. El año pasado, el subcomité de gastos de la Cámara de Representantes que controla el presupuesto de la EPA propuso recortar el presupuesto en $291 millones con respecto a la solicitud del presidente Barack Obama.
Además…
El ambiente no será el único perjudicado, el plan proyecta un recorte de aproximadamente 28% en los recursos del Departamento de Estado, en particular en las reservas para la ayuda internacional al desarrollo, lo que tendrá efectos inmediatos en las contribuciones estadounidenses a Naciones Unidas, también aquellas relacionados con los sitios vulnerables a los embates del cambio climático y la investigación científica.
«Ahora seremos capaces de hacer mucho más con menos dólares», dijo el secretario de Estado, Rex Tillerson, durante una conferencia de prensa. Según él, el nivel de gastos que el Departamento de Estado había adoptado era insostenible y dijo que estaba dispuesto a asumir el desafío de ajustar el presupuesto de la máquina diplomática estadounidense.
Lo único que resultaría beneficiado es el Departamento de Defensa y y el Departamento de Seguridad Interna.Trump prevé un aumento de $54,000 millones para armamento y $4,000 millones para iniciar la construcción del controvertido muro en la frontera sur, una obra que ha sido valorada en no menos de $20.000 millones.