Los expertos consideran la zona como la reserva biológica más rica del planeta con varios millones de insectos, plantas, pájaros, y otras formas de vida.
Considerada la cuenca fluvial más grande del mundo la región Amazónica es un gigantesco ecosistema de selva tropical que se extiende sobre un área de 7 millones de Km, su extensión está repartida entre nueve países sudamericanos: Brasil Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Surinam, Guyana y la Guayana Francesa.
Los expertos consideran la zona como la reserva biológica más rica del planeta con varios millones de insectos, plantas, pájaros, y otras formas de vida, muchas de las cuales no han sido catalogadas aun por la ciencia.
El Amazonas es el segundo río más largo del mundo con una longitud de 6400 kilómetros y un caudal mayor al de cualquier otro liberando 6,5 millones de pies cúbicos por segundo en la temporada de lluvia. Este río es responsable de un quinto del volumen total de agua que llega a los océanos del mundo.
Pero la deforestación a lo largo del río Amazonas en Sudamérica está disminuyendo la caída de las lluvias y causando cambios climáticos pues llega menos agua evaporada a la atmósfera lo que genera menos precipitaciones además de afectar el calentamiento global de la Tierra pues la supresión de estos árboles implican la emisión de millones de toneladas de dióxido de carbono que contaminan la atmósfera pues la cuenca del Amazonas regula el clima de casi toda la América del Sur y sus árboles son los grandes procesadores de dióxido de carbono y suministradores de oxigeno.
El Fondo Mundial de la Naturaleza también ha alertado que el cambio climático y la deforestación pueden hacer desaparecer o dañar seriamente hasta un 60% de la selva amazónica para el 2030 incluso.
Investigadores y científicos del mundo han señalado la importancia de la selva amazónica para el clima de nuestro planeta ya que la misma no puede ser subestimada pues no solo es esencial para controlar la temperatura sino que además constituye una importante fuente de agua dulce.
La deforestación es una de las actividades que emite mayores niveles de gases de efecto invernadero. De acuerdo a datos oficiales el 20 % de las emisiones globales anuales de gases contaminantes proviene de la deforestación. El incremento en la producción de agro combustibles tendría impactos sociales y ambientales desastrosos según científicos de la Organización de Naciones Unidas.
De la capa forestal original que cubría aproximadamente unos 17,5millones de Km. cuadrados de nuestro planeta, actualmente se conserva un 40 %, sino explotamos adecuadamente los bosques peligra la vida de estos.
Los impactos cada día son más severos sobre las comunidades y los bienes naturales. Los bosques están siendo talados y los pueblos indígenas y otras comunidades están siendo desplazadas de sus territorios, a menudo de forma violenta, para abrir camino a las plantaciones de agro combustibles en manos de empresas transnacionales que se apropian de la tierra y el agua.
Esta política de destinar tierras productivas y cultivos para abastecer automóviles, en lugar de usarlos para alimentar personas con hambre, es un crimen contra la Humanidad.
En general vivimos en una estrecha interrelación con la naturaleza ya que somos parte de ella, no solamente nos une a ella cuando oímos los cantos de las aves, ni cuando disfrutamos la sombra que nos proporcionan los árboles, nuestra relación va mas allá, pues estamos convirtiendo los ríos y los mares en vertederos de basura o de productos químicos, estamos manejando inadecuadamente la tierra y los recursos hídricos.
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