Los graves conflictos en el departamento de Colón se vienen agravando y requieren de inmediata atención y solidaridad internacional.
La palma aceitera se expande en Honduras desde hace décadas en manos de grandes terratenientes. Los campesinos de la región del Bajo Aguán y comunidades garífunas sufren fuertes robos de sus tierras que se utilizan para el cultivo de palma para alimentación y combustibles, y otros proyectos extractivos e invasivos. Desplazamiento campesino, violaciones de derechos humanos como criminalización, impunidad y hasta asesinatos.
Los graves conflictos en el departamento de Colón se vienen agravando y requieren de inmediata atención y solidaridad internacional. Esta semana, enviamos cartas a las autoridades hondureñas para expresar nuestra preocupación. Únete informándote, enviando una carta y ayudando a difundir.