Puede que mucha gente no haya oído hablar del concepto de justicia climática, pero este ocupa un lugar central en el debate sobre la transición energética, ya que busca garantizar que los costes y beneficios de la misma se distribuyan de manera equitativa entre países, comunidades y generaciones.
No se trata únicamente de sustituir combustibles fósiles por energías renovables, sino de hacerlo con un enfoque ético que reconozca las desigualdades históricas y sociales asociadas al cambio climático. Y esto es precisamente lo que ayer se puso en valor en el arranque de la tercera edición del Foro Latinoamericano de Economía Verde (FLEV).
¿Qué es la justicia climática?
La tercera edición del Foro Latinoamericano de Economía Verde (FLEV) comenzó este jueves, en São Paulo, con un llamamiento para que se pase de las palabras a las acciones y se materialice así el concepto de justicia climática en el proceso de transición energética. El encuentro, organizado por la Agencia EFE, reúne a representantes del sector público y privado, del ámbito académico y de la sociedad civil, y tiene lugar dos meses antes de la cumbre mundial del clima (COP30), prevista para noviembre en Belém, en la Amazonía brasileña.
En la apertura, la directora ejecutiva de la COP30, Ana Toni, aseguró en un vídeo que la cumbre de Belém marcará un «antes y un después» en el área de financiación global. En este sentido, adelantó que Brasil, en calidad de anfitrión, presentará en la COP30 una serie de instrumentos económicos para remunerar los servicios ambientales, como mantener los bosques tropicales en pie. «Es fundamental fomentar el pago por los servicios ambientales», manifestó.
El presidente de EFE, Miguel Ángel Oliver, espera que la COP30 sirva para implementar los acuerdos alcanzados hasta ahora y hacer realidad el concepto de justicia climática. «Necesitamos actuar ya», advirtió, al tiempo que posicionó a EFE como un altavoz fiable contra la desinformación.
Hacia una economía más verde
Por su parte, Leonardo Sobral, director Forestal de la ONG Instituto de Manejo y Certificación Forestal y Agrícola (Imaflora), llamó, tanto a las empresas como a los gobiernos, a adoptar «acciones prácticas» en la transición hacia una economía verde. En su discurso, Flávia Fonseca, analista de negocios internacionales de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones ApexBrasil, subrayó la importancia de «fomentar una economía cada vez más verde» para hacer frente a «los cambios climáticos cada vez más extremos».
La cita servirá para debatir los desafíos de la crisis climática y contará con cinco paneles temáticos cuyos debates girarán en torno a asuntos como la transición verde y la descarbonización, la gestión de bosques, la agricultura sostenible, la gestión de aguas y residuos, y el mercado de carbono y bonos verdes.
Entre las novedades en esta tercera edición destaca un espacio de participación que permitirá a ciudadanos transmitir sus dudas sobre el cambio climático, energías limpias y financiamiento de una economía verde inclusiva a un panel de expertos. Para responder a estas inquietudes, Manuel Pulgar-Vidal, exministro peruano de Medio Ambiente, líder global de Clima y Energía de WWF Internacional y uno de los arquitectos del Acuerdo de París, así como el representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Brasil, Claudio Providas. También estará presente Márcio Astrini, secretario ejecutivo de Observatorio del Clima.
Con todo, la transición ecológica no será justa si millones de personas, sobre todo en el Sur Global, permanecen sin electricidad o dependen de fuentes contaminantes.Es ahí donde entra la justicia climática que como se ha visto en este foro en Sao Paulo implica reconocer responsabilidades diferenciadas, proteger a los más vulnerables y asegurar que el nuevo modelo energético sea inclusivo, equitativo y sostenible para todos. EFE / ECOticias.com