Los conservacionistas presentaron una demanda para detener la primera cacería de osos negros en Florida en una década, argumentando que la cacería programada para diciembre es inconstitucional y contradice la propia política del estado que protege a las especies nativas.
Las autoridades estatales aprobaron la cacería en agosto a pesar de la fuerte oposición. Una ONG presentó la denuncia contra la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida ante el tribunal de circuito de Tallahassee la semana pasada.
Osos negros de la Florida amenazados
El grupo animalista Bear Warriors United (Guerreros Osos Unidos) presentó una demanda contra el Gobierno de Florida para impedir que ocurra este año la primera cacería de casi 200 osos negros en el estado en diez años. La asociación presentó una demanda contra la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida (FWC, en inglés) con el argumento que no es válido su Plan de Manejo del Oso Negro, que justifica la cacería del animal al alegar que existe una sobrepoblación en el estado, con un estimado de 4.000 ejemplares.
La agrupación sostuvo que el permiso para matar a 187 osos causará un daño inminente e irreparable a la especie del oso negro de Florida, porque la decisión del FWC no se basa en un manejo científico de la vida silvestre o la actual población de oso negro de Florida.
La demanda, en una corte en el Condado de León, en el norte del estado, busca revertir el anuncio de Florida, que la semana pasada abrió las solicitudes para la caza de casi dos centenas de osos, tras una década de suspensión de esta controvertida práctica para controlar la población.
Se desconoce el censo de esta especie amenazada
La caza regulada de ejemplares del oso negro estuvo vigente entre 1930 y 1994 en Florida, donde tuvo un breve y polémico regreso en 2015, cuando hubo una masacre injustificada, según argumentan los demandantes. En aquel año, los cazadores mataron a 304 osos en tan solo dos días, por lo que FWC terminó el programa antes de lo previsto, según Bear Warriors United.
Pero la FWC asegura que hay un incremento de encuentros entre osos y humanos, incluyendo un ataque fatal ocurrido en mayo, cuando un oso negro mató a Robert Markel, de 89 años, en el condado de Collier, al suroeste del Florida.
Además, los activistas han criticado la falta de un censo actualizado de la población de osos y advirtieron que la medida podría poner en riesgo la recuperación de la especie, que estuvo incluida en la lista de especies amenazadas hasta 2012.
El plan de este año tiene normas más estrictas que la caza de 2015, cuando se otorgaban permisos a cualquiera que pudiera pagarlos. Esto provocó un evento caótico que tuvo que suspenderse días antes de lo previsto tras la muerte de más de 300 osos, incluidas al menos 38 hembras con crías. EFE / ECOticias.com