El gobierno de Brasil se encuentra preparando una subasta adicional de participaciones en áreas de petróleo on y offshore con el objetivo de aumentar sus ingresos. El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva tiene como objetivo eliminar el déficit presupuestario primario en la mayor economía de América Latina durante este año.
La subasta se plantea como una solución para mitigar posibles déficits de ingresos debido a factores externos que escapan al control del gobierno. «Es crucial contar con válvulas de escape cuando los ingresos se vuelven más inciertos debido a choques externos», comentó una de las fuentes.
La Agencia Nacional de Petróleo (ANP) de Brasil promueve hoy martes una subasta para ofrecer concesiones para explorar y explotar 172 áreas en cinco cuencas sedimentarias, que ha generado una intensa polémica por incluir 47 bloques en una vulnerable región marina próxima a la desembocadura del río Amazonas.
Doce empresas, incluyendo grandes multinacionales, están habilitadas para pujar en la subasta que será realizada en un hotel en Río de Janeiro, pero otras 31 compañías también se inscribieron y podrán participar en consorcios liderados por las habilitadas, según el órgano regulador.
Las áreas ofrecidas están distribuidas en una cuenca sedimentaria terrestre (Perecis) y en cuatro marinas: Potiguar, Santos, Pelotas y Foz do Amazonas. La polémica obedece a las áreas ofrecidas en esta última cuenca sedimentaria, ya que -pese a tratarse de bloques marinos en aguas profundas- están ubicadas próximas a la desembocadura del Amazonas.
¿Qué pasará con la Amazonía de Brasil y las subastas de petróleo?
La exploración de petróleo en la región es vista con preocupación por ONG ecologistas, por el impacto que un posible derrame podría tener en la zona, considerada de «extrema sensibilidad socioambiental», pues alberga pueblos indígenas y una rica fauna y flora, con manglares, arrecifes de coral y especies en peligro, como el delfín gris y el manatí.
Ante tal riesgo, la petrolera estatal Petrobras aún no ha conseguido la licencia ambiental necesaria para realizar su primera perforación en una concesión que se adjudicó en esta misma región hace doce años.
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva defiende los intereses de Petrobras y alega que la explotación en este nuevo horizonte petrolero es necesaria para reponer las reservas de Brasil y para garantizar la financiación de la transición energética.
Las organizaciones ecologistas aseguran que, además de ofrecer concesiones en un área vulnerable, el Gobierno de Brasil contradice los planes de descarbonización que propone como organizador de la Cumbre Climática COP30 que promoverá en noviembre en Belém, precisamente una ciudad amazónica próxima a la región amenazada. EFE / ECOticias.com