Todo un precedente en materia de derechos humanos al anteponer a las personas y a la salud del planeta por delante de la industria fósil y los intereses de esta. Así ha sido el dictamen de la Corte Interamericana que celebran asociaciones ecologistas.
Una sentencia que además tiene lugar en una realidad donde se suceden numerosos litigios climáticos en todo el mundo y con la que los Estados tienen una serie de obligaciones para «frenar los intereses de las empresas más contaminantes, como las de petróleo, gas y carbón, principales causantes del cambio climático«, como recuerdan estas entidades de defensa medioambiental.
Según esta sentencia, los Gobiernos deben adoptar “acciones urgentes y efectivas” para salvaguardar el derecho a un medio ambiente saludable; además de obligar a las empresas a una serie de acciones con respecto al cambio climático y a sus impactos en los derechos humanos.
La Corte de América da un golpe de efecto a la industria fósil
Ecologistas celebran el dictamen de la Corte Interamericana como una victoria judicial histórica que pone a las personas y al planeta por encima de los intereses de la industria fósil. La resolución de esta Corte, la más alta de América en materia de derechos humanos, marca un precedente histórico que obliga a los Estados y empresas más contaminantes a reparar el cambio climático que están provocando
Esta victoria se produce en un contexto de numerosos litigios climáticos abiertos en todo el mundo. Es por eso, que estas entidades aplauden como una victoria judicial histórica la decisión emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las obligaciones de los Estados, que pone los derechos de las personas y de la naturaleza por encima de los intereses de las empresas más contaminantes, como las de petróleo, gas y carbón, principales causantes del cambio climático.
La Corte ha establecido que los Gobiernos deben adoptar “acciones urgentes y efectivas” para salvaguardar el derecho a un medio ambiente saludable y que las empresas también tienen obligaciones respecto al cambio climático y sus impactos en los derechos humanos.
“Es una decisión que cambia la vida de miles de comunidades afectadas por el cambio climático en nuestro continente. La máxima corte de las Américas nos está ofreciendo un camino hacia la justicia climática, obligando a los Estados a garantizar los derechos humanos, abordar los impactos climáticos y obligar a las empresas contaminantes a reparar el daño que han causado”, recuerdan.
En una resolución sin precedentes, la CIDH también ha reconocido el derecho de la naturaleza y los ecosistemas a mantener sus procesos ecológicos esenciales, como parte crucial del esfuerzo para abordar la crisis ecológica actual y alcanzar un modelo de desarrollo sostenible que respete los límites planetarios y garantice los derechos de las generaciones presentes y futuras.
“Esta resolución es esencial en un momento en el que hay muchos litigios climáticos pendientes de resolverse en el mundo. Uno de ellos es el que interpusimos contra el Gobierno de España por su inacción ante el cambio climático, que está pendiente de sentencia en el Tribunal Constitucional. Esta resolución de la Corte Interamericana servirá de guía para el resto de tribunales de derechos humanos en la adopción de sus futuras resoluciones, que irán exigiendo mayores responsabilidades a gobiernos y empresas ante la emergencia climática”, enfatizan las asociaciones ecologistas.
Base legal para el cumplimiento de requisitos mínimos climáticos
En cuanto a su impacto en la próxima Cumbre del Clima (COP30), que se celebrará en Brasil a finales de año, la decisión de la CIDH proporciona una base legal más sólida sobre los requisitos mínimos que deben cumplir los planes climáticos (NDCs) que los Estados deben presentar, como tarde, en septiembre.
La opinión de la CIDH, solicitada en 2023 por los Gobiernos de Chile y Colombia, es la última de una serie de innovadoras resoluciones de los más altos tribunales del mundo. El mensaje de todas es claro: los Gobiernos tienen el deber legal de proteger nuestro futuro y, para ello, deben hacer lo que les corresponde para hacer frente al cambio climático y para proteger los derechos humanos. Entre estas resoluciones se encuentran la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el caso de las Klimaseniorinnen, o la opinión consultiva del Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM), también de 2024, en el mismo sentido.
Para este año se espera una Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el cambio climático, solicitada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que seguirá aclarando a los Estados cuáles son sus obligaciones en relación con la protección del clima y los derechos humanos. ECOticias.com