El Flamenco del Caribe es una especie emblemática de la zona de la Península de Yucatán que se halla en grave peligro. Por ello, varias organizaciones civiles se han unido con un solo objetivo: proteger a los flamencos y a su hábitat.
Como parte de su compromiso de contribuir positivamente a la conservación del medio ambiente, Fundación AXA México, Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. (FPEH) y Fundación Elisa Carrillo Cabrera A.C., han puesto en marcha un proyecto para la protección del flamenco del Caribe y su hábitat. Con esta alianza, las organizaciones reafirman su voluntad de contribuir decisivamente a la conservación del capital natural de México.
Esta iniciativa tiene como objetivo profundizar en el estudio del flamenco del Caribe y promover una mayor conciencia ambiental en la población al interior de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) ubicadas en la península de Yucatán, incluyendo las Reservas de la Biosfera Ría Celestún, Petenes de Campeche y Ría Lagartos, así como las ANP de Yum Balam en Quintana Roo.
Desde 2015, la Fundación Pedro y Elena Hernández, en coordinación con la CONANP y otros actores relevantes, ha llevado a cabo de manera directa el Programa de Monitoreo del flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) en estos lugares.
Flamenco del Caribe: emblemático y amenazado
El flamenco del Caribe es una especie emblemática de las regiones costeras de la Península de Yucatán, Florida y las islas del Caribe, principalmente Cuba. Su importancia radica no solo en su belleza y atractivo turístico -que contribuyen significativamente a generar economías locales- sino también en su papel ecológico crucial.
Estas aves son indicadores de la salud de los humedales y las lagunas costeras, ecosistemas que proporcionan servicios esenciales como la protección contra tormentas y la filtración de agua. La conservación del flamenco del Caribe es fundamental para preservar estos delicados ecosistemas, que ofrecen beneficios ambientales y económicos valuados en cerca de $30 millones de dólares anuales (unos 28 millones de €).
A partir de 2024, las fundaciones colaboran realizando diversas acciones para mitigar el impacto de las actividades humanas sobre la colonia reproductiva de flamencos y su hábitat, con un doble propósito: estudiar aspectos ecológicos de las aves e impulsar la educación ambiental en las escuelas. Esta iniciativa busca sensibilizar a 1,466 estudiantes y 63 docentes para mejorar la perspectiva de supervivencia de los flamencos de la península, estimada en 45 mil individuos.
Dentro de las acciones puntuales que desarrollarán para la comunidad, están la creación de carteles alusivos a los impactos de la fauna feral, creación de materiales didácticos, capacitación de profesores y talleres para los alumnos de nivel primaria de las comunidades costeras con influencia en las ANP de Yucatán que conforman el hábitat del flamenco del Caribe.
Estudiando al flamenco del Caribe
Por otra parte, las organizaciones buscan conocer la tendencia de la población del flamenco del Caribe para lograr un mejor manejo y conservación de esta especie y su hábitat. Para esto, se realizarán estudios para estimar el éxito reproductivo de la especie, censos aéreos (con avioneta) para estimar la población, instalación de localizadores satelitales en flamencos adultos y la evaluación de los hábitats prioritarios.
Con estas acciones, se busca impulsar iniciativas que mejoren el nivel de protección y conservación de la especie, ante su vulnerabilidad frente al cambio climático, la conversión de los ecosistemas naturales a sistemas productivos (agrícolas, ganaderos y urbanos), la contaminación, la sobreexplotación de poblaciones y el impacto de especies ferales.
Colaboración artística
Además, la destacada bailarina Elisa Carrillo -primera mexicana en ganar los tres premios de la danza más importantes a nivel internacional: Benois de la Danza, Alma de la Danza y el del Festival Dance Open de San Petesburgo- es embajadora e impulsora de este proyecto para la protección del flamenco del Caribe en México.













