El vigésimo tercer período de sesiones del Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC23) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) se celebrará del 1 al 5 de diciembre de 2025 en la Ciudad de Panamá, capital del país homónimo, para estudiar como combatir la sequía extrema.
Su objetivo es ayudar a la Conferencia de las Partes (COP) a revisar periódicamente la implementación de la Convención, incluido el proceso de presentación de informes nacionales a través del Sistema de Revisión del Desempeño y Evaluación de la Implementación relacionados con los procesos de desertificación, degradación de los suelos y las situaciones de sequía extrema que se viven a nivel mundial.
Se estudiará la sequía extrema en Panamá
Más de 500 personas se reunirán en Panamá del 1 al 5 de diciembre próximo en la sesión 23 del Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC23) para la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), informó recientemente dicha entidad.
Delegados de gobiernos, sociedad civil y académicos, de 196 países analizarán «sus esfuerzos contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía como partes del único tratado mundial jurídicamente vinculante en la materia, una de las tres Convenciones de Río, junto con las de biodiversidad y clima».
«Las graves sequías y la pérdida de tierras fértiles ya están afectando a la producción de alimentos y energía, desarraigando a las comunidades rurales y amenazando los medios de vida de millones de personas. Ello es especialmente evidente en América Latina y el Caribe, donde la degradación afecta a por lo menos el 20 % de la tierra», indicó la secretaria ejecutiva de la CNULD, Yasmine Fouad.
Agregó que, «al acoger la CRIC23, Panamá se sitúa en el centro de la respuesta colectiva, que demuestra con gestos como su compromiso nacional con la naturaleza y con la iniciativa regional del Corredor Seco (una franja que atraviesa Centroamérica y está azotada por prolongadas sequías seguidas de intensas lluvias)».
En dicha reunión, los representantes «examinarán los progresos realizados y formularán recomendaciones para alcanzar los objetivos mundiales de prevenir y revertir la degradación de las tierras y fomentar la resiliencia frente a la sequía para 2030″.
Además, se «debatirá el marco estratégico para después de 2030 y reunirá a las principales partes interesadas, desde las mujeres y los jóvenes hasta los pueblos indígenas y las comunidades locales», detalló la CNULD en un comunicado.
El mundo está perdiendo casi 100 millones de hectáreas de tierra sana anualmente y la aridez ha aumentado en más del 70 % de la superficie terrestre en los últimos 30 años, lo que socava la capacidad del planeta para sostener una población cada vez mayor, según datos de la CNULD, que urge a tomar medidas. Las cifras muestran que el mundo necesita 1000 millones de dólares diarios desde ahora hasta 2030 para cumplir los objetivos mundiales de restauración de tierras y combatir la desertificación y la sequía.
Panamá sufrió entre 2023 y 2024 una grave sequía por culpa del fenómeno El Niño, que alargó la época seca y obligó al canal de Panamá a reducir el número de tránsitos diarios ante la falta de agua óptima en los lagos que surten a la vía.
El país centroamericano, de acuerdo con la CNULD, se ha «comprometido a alcanzar la neutralidad en la degradación de las tierras para 2030, ha identificado 31 zonas críticas y está impulsando programas de reforestación y adaptación en el corredor, lo que subraya su papel como anfitrión regional».
Los Objetivos Estratégicos de la CNULD buscan mitigar, gestionar y adaptarse a los efectos de la sequía extrema. Su propósito es aumentar la resiliencia de los ecosistemas y las poblaciones vulnerables y conseguir detener los procesos de aridez y revertirlos en los sitios en los que esto sea posible. Y ese será uno de los temas centrales de la reunión convocada por la ONU en Panamá para principios del próximo mes de diciembre. EFE / ECOticias.com