“El Pleno del Ayuntamiento de la localidad valenciana de Riba-roja de Turia vetó la propuesta de la agrupación Podemos, de instalar paneles solares en los techos de las diversas propiedades del Municipio de la ciudad, previo estudio de impacto ambiental y de las posibilidades reales de su colocación.”
Una buena idea
La moción fue presentada el 6 de febrero y se basó en que, ya que la localidad tiene varios edificios y propiedades municipales, éstas podrían aprovecharse para colocar en cada tejado una serie de placas solares, que proveyeran de energía limpia a la ciudad.
También se argumentó que, de esa forma estarían aportando su “granito de arena” para ayudar a que el país pueda cumplir con los compromisos del acuerdo de la COP21, que fueron recientemente ratificados por España y que pretenden que la temperatura global no se eleve más de 2º (en lo posible que sea menor a 1,5º), en pos de combatir y revertir las consecuencias del Cambio Climático.
Estudio previo
El grupo Riba-roja Puede explicó que previamente se debía hacer un estudio de viabilidad que contemplara varios puntos: evaluación de los tejados para comprobar cuáles serían adecuados para la colocación de los paneles, medición de metros cuadrados potenciales, evaluación de costos reales de instalación, de tiempos de amortización y retorno y de la energía que podría producirse y valoración del ahorro energético y de la emisión de gases de efecto invernadero.
Faltó un voto
Tras la votación en la que para sorpresa de los proponentes contaron con el apoyo del PP y la oposición de PSOE, Esquerra Unida, Compromís y Ciudadanos, la propuesta fue rechazada por el Pleno, a falta de un solo voto.
Los integrantes de Riba-roja Puede se quejaron amargamente de que cada vez que presentan una propuesta, esta recibe el rechazo absoluto y sistemático por parte de la oposición, sin que prime para ello más razones que el hecho de ser una iniciativa del grupo de Podemos.
Acusaron a la coalición de gobierno de votar en contra de propuestas que incluso se condicen con sus propios programas y en este caso en particular, que habría reportado beneficios medioambientales y económicos a la localidad.
Andrés Fernández, uno de los concejales de Podemos, llegó a hablar de falta de sentido común y de “gota que colmó el vaso”, al referirse a la fallida votación, dado que le parece absurdo que los partidos que gobiernan se opongan a cualquier medida que ellos presentes y que hayan tachado esta propuesta de “irrelevante”, según él, podría parecer hasta cómico, si el asunto no revistiera tanta importancia.