Al igual que la electricidad, el dihidrógeno, de símbolo químico H2 (hidrógeno) es principalmente un portador de energía y no energía como tal, ya que se produce mediante una reacción química a partir de un recurso primario.
Este vector energético, utilizado actualmente sobre todo en la química y el refino, podría ayudar a descarbonizar determinados sectores industriales, garantizar el almacenamiento de electricidad y/o impulsar el sector del transporte.
Para alcanzar los objetivos de la transición energética, España está sumamente interesada en la producción y el uso de hidrógeno bajo en carbono y renovable, por lo que desde Andalucía se están sumando a esta iniciativa y la están aplicando a su proceso de reindustrialización.
Reindustrialización en Andalucía
El hidrógeno verde, molécula protagonista en la transición energética, es ya más presente que futuro como se evidencia en el papel clave que está jugando en la reindustrialización de Andalucía, una región que aspira a convertirse en uno de los mayores puntos de producción de Europa.
De ese papel relevante y presente, de los retos que supone su implantación, de posibles efectos negativos y riesgos y de las necesidades que conlleva, por ejemplo, en materia de formación, se ha hablado este martes en el encuentro Andalucía Greenvolution celebrado en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Huelva (UHU).
Un encuentro promovido por la Agencia EFE y Moeve que ha permitido a jóvenes universitarios recibir información sobre esta fuente de energía y del proyecto del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde -que cuenta con 3.000 millones de euros de inversión y prevé la creación de 181.000 puestos de trabajo – de la mano de políticos, investigadores y productores.
Producir Hidrógeno a partir de las renovables
El hidrógeno verde es el que se produce a través de la energía renovable, principalmente fotovoltaica y eólica, mediante electrólisis, un proceso ampliamente conocido que se usa para la producción del hidrógeno gris, el más usado hasta el momento, según ha explicado José Enrique García, vicerrector de la UHU, catedrático y promotor del nuevo grado de Física a preguntas de los estudiantes.
«La cantidad de energía que sería preciso destinar a producir hidrógeno verde, el que se usa a día de hoy, sin pensar en nuevos posibles usos, sería equivalente a la producción eléctrica de toda Europa en un año; este dato pone de relevancia a lo que estamos intentando aspirar», ha destacado.
Una aspiración que persigue la reducción del uso de los combustibles fósiles que, según ha defendido, María Olavarría, directora de Producción del Parque Energético de La Rábida de Moeve, «no es para nada utópica, es una realidad, el proyecto -el Valle Andaluz- está ahí; hidrógeno ya estamos produciendo, pero es un reto porque la electrolisis ahora mismo sigue siendo cara, porque la cantidad de energía renovable para que esa fuente de electricidad sea verde… no es fácil, requiere una inversión importante, pero es una realidad».
Una realidad ante la que surgen otras dudas como si la cantidad de agua que se requiere para esa producción lastrará el recurso disponible, un tema que, según ha manifestado, tienen muy presente en Moeve y están trabajando para «ampliar la reutilización del agua de los procesos industriales del 20 actual al 80 por ciento».
Valle Andaluz del Hidrógeno Verde
Más allá de estas cuestiones, en lo que se ha incidido en que el hidrógeno verde «es presente», como ha manifestado Lucía Núñez Lucía Núñez, delegada territorial de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas en Huelva, quien se ha mostrado convencida de la provincia onubense junto con la de Cádiz, que son en las que se desarrolla el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, van a ser «los grandes exportadores de Europa» de esta molécula.
«España va a ser la gran exportadores, de hecho hasta 2030 se prevé exportar 1,2 millones de toneladas, las cifras de Moeve 300.000 toneladas al año a partir de 2028, por lo que, por supuesto, vamos a ser los grandes exportadores», ha apuntado.
Por su parte, Mar Gómez, doctora en Ciencias Físicas, meteoróloga y divulgadora, ha destacado, cuestionada por las aplicaciones del hidrógeno verde, que «el 24 % de las emisiones de CO2 que se producen a la atmósfera proceden del transporte, y de esa cifra el 75 % corresponde a tráfico rodado, un 10 % marítimo y el 11 % a la aviación por lo que no nos estamos moviendo de forma sostenible».
«El hidrógeno verde lo que va a lograr es ejercer una movilidad sostenible, que sea mucho más limpio y que nos podamos mover de forma mucho más eficiente», ha señalado.
La formación profesional
Mucho se ha hablado también, por interés de los participantes sobre formación y empleo: «La formación que se está ofreciendo es la que se está demandando, una formación seria; la formación en Ingeniería es clásica pero con una ventaja con respecto a otras más innovadoras que es dotar al alumno de una serie de capacidades para afrontaros a retos nuevos», ha indicado José Enrique García.
Por su parte, en cuanto al empleo, Lucía Núñez ha destacado que sólo los proyectos de Moeve en Huelva van a generar más de 3.000 puestos de trabajo en la fase de operación y 9.000 en la de construcción al que ha que sumar todo el ecosistema que hay alrededor conformado por más de 400 pequeñas y medianas empresas.
El encuentro no ha terminado sin abordar los posibles costes medioambientales y económicos que pueda tener el hidrógeno verde, nada que ver con los de los combustibles fósiles: «lo que nos cuestan los combustibles fósiles en consecuencias que no sentimos de inmediato, pero sí a largo plazo, es mayor que el coste que va a tener la implementación progresiva de una energía limpia como el hidrógeno verde», ha afirmado Mar Gómez. EFE / ECOticias.com