España está frente al reto más grande de su historia: convertir 130 000 millones de litros en agua. Un desafío que llega justo después de que España aprendiera a producir energía con agua con esta hidroeléctrica reversible.
Ante la necesidad mundial de desplazar los combustibles fósiles, España busca nuevas formas de seguir generando energía continua y estable. El país europeo ha desarrollado su potencial hidroeléctrico por más de 100 años, elaborando un sistema de producción hidroeléctrica altamente eficiente.
Históricamente, la energía hidroeléctrica ha ocupado un rol esencial en el sector energético español. Según registra el portal Renovables Verdes, durante la primera mitad del siglo XX, especialmente en los años 40, más del 90% de la electricidad tenía este origen. No obstante, con la diversificación del mix energético y la incorporación de otras renovables, la participación de la hidroeléctrica ha bajado.
España está frente al reto más importante de su historia
Tacios Energy S.L, empresa filial del grupo Édora, una promotora de energías renovables en España, contempla construir la central hidroeléctrica más grande del país. Su proyecto quedaría instalado cerca de Ascó, en las regiones Terra Alta y Ribera de l’Ebre de la provincia de Tarragona.
Si el deseo de la compañía llegara a concretarse, tendría una vida útil de 50 años. Asimismo, sobrepasaría a la mayor central hidroeléctrica, situada en el municipio de Cortes de Pallás (Valencia) en la cuenca del río Júcar.
El complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela es el más grande del continente. Dispone de una potencia de turbinación de 1.762 MW con 1.293 MW de bombeo. La central de Tarragona ostentará una capacidad instalada de 2.777 MW en turbinado y 3.471 MW en bombeo.
Dicho desarrollo contará con 3 fases que incorporarán una serie de turbinas reversibles tipo Francis. Esto quiere decir que pueden utilizarse tanto para generar energía como para bombear agua. Cada etapa podría realizarse de manera independiente o simultánea, de acuerdo a las condiciones de la demanda del mercado.
Los principales retos a los que se puede enfrentar este proyecto es que debe asegurar los ecosistemas locales y garantizar la compatibilidad con las políticas de conservación de la biodiversidad. En este caso concreto, el lugar designado para construir no se encuentra dentro del área protegida por Red Natura 2000 ni en zonas críticas para especies amenazadas.
No obstante, al ejecutarse en Cataluña, las infraestructuras necesitan prestar atención a la legislación autonómica sobre la protección de flora y fauna. Un proyecto como la central hidroeléctrica reversible puede brindar una solución óptima para el almacenamiento energético a través de bombeo. De esta manera, podrá gestionar la intermitencia de otras fuentes renovables y asegurar un suministro constante.
España quiere convertir millones de litros de agua en energía
Asimismo, la escasa distancia del proyecto de Llumaigua con Ascó podría verse como una oportunidad en materia de infraestructura eléctrica, puesto que está diseñada para repartir importantes cantidades de energía
El proyecto Llumaigua permitirá el almacenamiento de energía en lapsos de tiempo de menor demanda y liberarla en los picos de consumo. El uso del Río Ebro quedará limitado para llenar los depósitos y reponer el agua perdida, minimizando el impacto medioambiental debido a que el sistema será constante.
Sumado a esto, tendrá una planta fotovoltaica flotante sobre las balsas que producirá electricidad para autoconsumo y disminuirá el vapor de agua. La eficiencia y la producción de la infraestructura aumentarán debido a este sistema de paneles solares.
Aunque el proyecto es ambicioso, algunos podrían verlo como un arma de doble filo por la sequía exacerbada que vivió España el año pasado.
Con esta iniciativa, España se enfrenta ante el reto más grande de su historia: convertir 130 000 millones de litros (136 hm³) en agua. Es un proyecto impactante, tanto que podemos compararlo con la conversión de agua en 130.000 kW de energía que realizará esta provincia de España.
