Son lugares increíbles, pero también una muestra del engaño: Una realidad incómoda

Publicado el: 28 de febrero de 2025 a las 08:00
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Hay lugares increíbles que parecen paraísos, pero no son lo que parecen. Se ven extraordinariamente verdes, cuidados e impolutos. Sin embargo, encierran un engaño en el que solo reparan quiénes dan verdadera importancia a las renovables, energías fundamentales para el futuro energético y medioambiental de la Tierra.

En el momento presente, conforme las necesidades energéticas del ser humano se incrementan y los recursos naturales se vuelven más escasos, resulta crucial buscar opciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Es ahí donde las energías renovables pasan de ser una opción a una necesidad latente.



Brindan una alternativa sostenible a la dependencia actual a los combustibles fósiles, además de mitigar el cambio climático y proteger el entorno natural. Los beneficios ambientales son solo una parte del escenario de las renovables, que también crean nuevos puestos de trabajo y desarrollo económico.

Los demás ven lugares increíbles, pero la realidad es más incómoda de lo que nadie podría imaginarse

Un nuevo estudio publicado en la revista académica Environmental Research Communications ha sacado a la luz que numerosos países del mundo destinan más espacio a campos de golf que a instalaciones de energía renovable, como podría ser el caso de parques solares o eólicos.



Lo que se ve como lugares increíbles (campos de golf) esconde un engaño, dado que algunos agentes del sector que promueven la agenda verde y la lucha por las energías renovables terminan financiando también campos de golf, que restan tierra para proyectos energéticos.

Este hallazgo evidencia la disparidad existente entre el uso del suelo y cuestiona las prioridades actuales. El establecimiento de infraestructuras para el aprovechamiento de renovables suele ser objeto de debate debido al elevado consumo de suelo que abarca. Un escenario que se contrapone con los campos de golf, que también ocupan extensiones considerables de tierra y benefician a una población relativamente acotada.

Países como Estados Unidos y Reino Unido destinan mayores superficies a campos de golf que a instalaciones energéticas, un aspecto que estaría limitando el futuro verde que tanto ansía la humanidad.

El análisis advierte que, en los 10 países con más campos de golf del mundo, la superficie que actualmente se usa para esta actividad podría atesorar hasta 842 gigavatios (GW) de capacidad solar y 659 GW de capacidad eólica, números que rebasan ampliamente la capacidad instalada en muchos de esos países. Un contexto que irremediablemente nos recuerda a la polémica a cuenta del Campo de golf en Tomelloso.

¿Cuál es el impacto ambiental de los campos de golf? Se ven como lugares increíbles, pero…

El espacio que ocupan estos aparentes lugares increíbles no es el único problema. Otro inconveniente presentado por los campos de golf es su devastador impacto ambiental. Mantenerlos en perfectas condiciones demanda considerables volúmenes de agua. Un asunto escabroso en áreas con estrés hídrico.

Caso aparte es el uso intensivo de fertilizantes y pesticidas, que contamina tanto suelos como cuerpos de agua cercanos, perjudicando el correcto desempeño de la biodiversidad local.

Jann Weinand, autor principal del estudio y jefe del departamento de Escenarios Integrados en el Instituto de Análisis de Sistemas Jülich del Forschungszentrum Jülich, considera que la solución no se ciñe a transformar cada campo de golf del mundo en un parque renovable, sino en que los agentes responsables se replanteen las decisiones sobre el uso del suelo.

Frente a la creciente necesidad de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, es esencial analizar minuciosamente si los terrenos infrautilizados podrían emplearse en proyectos de energía limpia.

Posibles soluciones al problema de los campos de golf

Una posible solución sería la integración de infraestructuras renovables en espacios que ya tienen una ocupación, como techos de edificios, estacionamientos o las propias instalaciones de golf. Podrían instalarse placas solares en zonas no utilizadas dentro de los campos de golf. De esta manera, se contribuiría a la producción de electricidad limpia sin renunciar a esta actividad recreativa.

Asimismo, podrían crearse políticas de incentivo para fomentar el uso de áreas marginales o subutilizadas en la instalación de energía renovable.

En definitiva, los campos de golf se ven como lugares increíbles, pero en algunas partes del mundo su presencia implica el desplazamiento de las necesarias renovables. No obstante, esta realidad tiene varias alternativas para modificarse y alcanzar un nuevo estudio. Un ejemplo materializado es este campo de golf sostenible.