No cabe duda, que los países son cada vez más desarrollados, pero queramos o no, ese progreso muchas veces tiene un gran impacto en nuestro planeta, pues los ecosistemas son modificados y los mares no son una excepción, por eso hoy te contaremos sobre lo que está sucediendo en los océanos.
Los mares y su potencial energético
Los proyectos de energías renovables se han vuelto muy populares en los últimos tiempos, ya que nos permiten ahorrar grandes cantidades de dinero en electricidad, al mismo tiempo que ayudamos a cuidar nuestro planeta.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos al momento de desarrollar un proyecto a gran escala es el espacio, pues los parques solares y eólicos necesitan grandes superficies que muchas veces los países no tienen, por lo que han recurrido a utilizar los mares.
Si no hay espacio en la zona terrestre ¿Por qué no hacer un parque eólico en el mar? Es una pregunta que en un inicio era una locura, pero fue la que dio origen a la energía eólica marina, una energía renovable con enorme potencial ya que el viento es un recurso muy abundante, especialmente en zonas marinas.
Pero a pesar de lo prometedora que sonaba esta idea, no ha estado libre de problemas, pues sus elevados costos ha frenado su desarrollo a gran escala, por lo que, aun queda mucho por avanzar para que esta tecnología lidere el mercado energético.
Mejorando la energía eólica marina
En búsqueda de soluciones, las empresas se han propuesto la meta de hacer que la energía eólica marina sea accesible para todos y al parecer una empresa lo ha logrado. Se trata de la empresa sueca SeaTwirl que afirma que sus turbinas eólicas flotantes de eje vertical (VAWT) reducirán enormemente los costos.
De hecho, SeaTwirl ha firmado un acuerdo con Westcon para construir e implementar una turbina de 1 MW a escala comercial en Noruega y están confiados en que sus turbinas tienen el potencial de revolucionar la energía eólica.
Sus creadores argumentan que las turbinas tradicionales, pensadas originalmente para tierra, no son rentables en las profundidades oceánicas debido a su peso, complejidad y altos requisitos de materiales e instalación, en cambio sus diseños prometen una transformación.
Su diseño es simple y robusto, en vez de las palas de las turbinas convencionales, tiene un cilindro giratorio que puede captar el viento sin importar de dónde venga, lo que elimina la necesidad de sistemas de orientación pesados y costosos.
Además, estas turbinas pueden ubicarse en la línea de flotación o incluso por debajo, reduciendo el peso en altura, haciendo las estructuras más ligeras, menos exigentes en materiales y por ende más económicas.
Grandes expectativas para el futuro
SeaTwirl se está preparando para construir su primera versión de 1 MW, la cual se elevará unos 55 metros sobre la superficie y su mástil lastrado se hundirá hasta 80 metros de profundidad, requiriendo aguas de al menos 100 metros de profundidad para operar.
Está diseñado para soportar velocidades de viento extremas, hasta 180 km/h y se estima que tendrá una vida útil de entre 25 y 30 años, pero ¿Cuánto cuesta? Según una presentación a inversores, el sistema podrá producir energía a menos de 50 USD por MWh.
El precio del progreso
Pero a pesar de lo prometedoras que suenan estas tecnologías, no podemos pasar por alto el impacto ambiental que pueden tener en los ecosistemas, incluso se ha demostrado que algunas especies marinas pueden comportarse diferente.
A medida que estas turbinas invaden los mares, van cambiando de golpe la vista costera y lo que antes era solo mar y cielo, se llena de enormes turbinas y palas giratorias, lo que sin duda genera preocupación a algunas comunidades.
El turismo lamentablemente ya no es lo mismo e incluso hay cambios para los navegadores, pues la existencia de enormes turbinas en medio del mar puede alterar las rutas de transporte marítimo, obligando a los barcos a hacer desvíos.
Por eso, es muy importante que los proyectos se planifiquen de manera cuidadosa y que siempre se busque minimizar cualquier impacto ambiental, especialmente cuando se trata de proyectos grandes como el coloso que roba viento, pues estas tecnologías nos permiten generar energía de manera mucho más limpia, pero eso no significa que el impacto sea cero.