La biometanización o digestión anaerobia es un proceso biológico que, en ausencia de oxígeno y a lo largo de varias etapas en las que intervienen una población heterogénea de microorganismos, permite transformar la fracción más degradable de la materia orgánica en biogás, una mezcla de gases formada principalmente por metano y dióxido de carbono y por otros gases en menor proporción (vapor de agua, CO, N2, H2, H2S,…).
El biogás es una fuente de energía secundaria, ya que es un gas combustible de elevada capacidad calorífica (5.750 Kcal/m3), lo que le confiere características combustibles ideales para su aprovechamiento energético en motores de cogeneración, calderas y turbinas (generando electricidad, calor o biocarburante) (Mata, 2002; UE 2006; varios autores 2010).
La digestión anaerobia o biometanización se desarrolla en múltiples etapas, donde las fases principales son una primera hidrolítica fermentativa y una final metanogénica. En esta última, se transforman los productos finales de la misma en metano y dióxido de carbono, mediante las bacterias metanogénicas que son anaeróbicas estrictas.
En Castilla-La Mancha la Biometanización avanza
El Ejecutivo autonómico ya tiene en información pública, hasta el 18 de agosto, el decreto con el que se pondrá en marcha el Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha 2030, con el que se pretende mejorar el aprovechamiento de los residuos agroganaderos y que será «el primero» que se apruebe a nivel nacional con rango legislativo.
Así lo ha afirmado la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, durante su participación en el foro ‘Green Gas Mobility Summit’, en Madrid, donde ha explicado que el Gobierno regional ahora busca contar con las aportaciones de las entidades, agentes sociales y ciudadanía en general «para que sea lo más participativo y garantista posible». A través de este plan, se estima que Castilla-La Mancha atraerá una inversión privada de 1.425 millones de euros y que se crearán en torno a 1.625 puestos de trabajo.
Además, establece unos objetivos de desarrollo del sector que aúna criterios «muy restrictivos» que deberán cumplir las instalaciones, como que la actividad se integre perfectamente en el entorno, que genere actividad económica en el medio rural y que permita contar con un nuevo modelo de valorización de residuos agroganaderos.
«Es decir, nos va a permitir conjugar la necesidad de aprovechar la gran cantidad de residuos agrícolas, ganaderos y agroindustriales que hay en Castilla-La Mancha para la producción de biogás y biometano, a la vez que generamos un beneficio para el medioambiente fomentando la economía circular», ha subrayado.
La titular de Desarrollo Sostenible también ha resaltado la importancia que están adquiriendo en la transición energética de la región los gases renovables como el hidrógeno y el biometano, «motivo por el cual estamos desarrollando normativa pionera para impulsar y regular estos vectores, que van a posibilitar acelerar la descarbonización de Castilla-La Mancha».
Se trata de «una normativa vanguardista con un gran objetivo: contribuir a lograr en 2050 que las empresas en Castilla-La Mancha tengan cero emisiones y ordenar y multiplicar los proyectos del hidrógeno renovable, que hemos calculado, pueden llegar a movilizar 4.261 millones de euros», ha concluido. EFE / ECOticias.com