Si hay algo tan importante como crear dispositivos que funcionen con energía renovable, son las plantas de generación de energía, por eso ahora, la realidad ha superado las expectativas, pues han creado la planta de energía limpia más grande y revolucionaria.
Dos elementos clave para la transición energética
A medida que llegan más tecnologías a nuestras vidas, necesitamos producir más energía, sin embargo, las centrales eléctricas tradicionales, se basan en la quema de combustibles fósiles, por lo que son muy contaminantes para nuestro planeta.
En búsqueda de nuevas alternativas, las fuentes de energía renovable se han vuelto muy importantes, sin embargo, solemos limitamos energía solar y eólica, las cuales a pesar de ser muy buenas para nuestro planeta, requieren amplias áreas de terreno para implementarlas a gran escala.
Esto nos demuestra que no tenemos que limitarnos solo a estas energías, ni tampoco a las fuentes tradicionales y es aquí donde 2 elementos se vuelven muy importantes para la transición energética y son el hidrógeno verde y el amoníaco verde.
El hidrógeno verde, es producido mediante electrólisis alimentada por energías renovables, pero su transporte y almacenamiento son complejos, mientas que el amoníaco verde, derivado del hidrógeno, es más fácil de manejar, lo que lo convierte en un portador ideal de energía limpia para el comercio global.
La planta más grande del mundo
Sabiendo el potencial de estos elementos, la empresa Envision ha inaugurado la planta de hidrógeno y amoníaco verde más grande y avanzada del planeta, que es tan revolucionaria como el hospital de aerogeneradores.
Está ubicada en el Parque Industrial Chifeng Net Zero, opera de forma totalmente autónoma y fuera de la red eléctrica convencional, ya que su funcionamiento se basa en un sistema inteligente impulsado por inteligencia artificial, energía solar y eólica.
Esta megaplanta tiene una capacidad de producción anual de 320 000 toneladas de amoníaco verde, con la previsión de escalar hasta 1,5 millones de toneladas en 2028, marcando un record que sin duda revolucionará el mercado energético.
Pero lo que realmente distingue a esta megaplanta, haciéndola inteligente, es su sistema energético totalmente integrado, el cual funciona con una compleja red de inteligencia artificial predictiva, unida a sistemas de almacenamiento en baterías y modelado meteorológico.
Esta combinación permite al sistema anticipar con precisión los cambios climáticos, prediciendo cuándo habrá más o menos sol y viento, además de equilibrar el suministro de energía eólica y solar en tiempo real.
Un aporte al planeta y un modelo digno de replicar
La creación de esta planta es un gran aporte para nuestro planeta, pues además de reducir las emisiones de CO₂ facilita la descarbonización del transporte marítimo, ofreciendo un combustible alternativo limpio en grandes volúmenes.
También reduce la dependencia del gas natural en la producción de fertilizantes, un sector con un fuerte impacto climático y activas economías locales en regiones con alto potencial renovable, creando empleos verdes y atrayendo inversión internacional ¿No es asombroso?
Y lo mejor es que Envision ha creado un modelo que se puede replicar en cualquier parte del mundo donde haya mucho sol y viento, por ejemplo países como Chile, Australia o Marruecos, que tienen muchísima energía solar y eólica.
Estos países podrían usar este mismo diseño para construir sus propias plantas de energía limpia y convertirse en grandes exportadores de combustibles verdes como el hidrógeno y el amoníaco. De hecho, países del norte de África y Oriente Medio ya están planeando construir plantas parecidas.
Con este avance, ha quedado demostrado que no tenemos por qué limitarnos a solo una fuente de energía renovable, pues si estas se combinan, los resultados son mucho mejor y si este modelo se replica en otros países el aporte a nuestro planeta será inmenso, casi tan grande como esta mina de energía infinita y estaremos cada vez más cerca de las metas de transición energética.