El hidrógeno es un elemento tan popular que incluso han intentado y conseguido teletransportarlo. Hoy 20 toneladas podrían estar en cualquier lugar. La proyección del hidrógeno como combustible limpio y libre de carbono es de lo más atractiva, especialmente en el contexto actual de transición energética. Recurrir a los combustibles fósiles sigue siendo posible, pero es una opción que pronto podría extinguirse debido a la búsqueda exhaustiva de nuevas formas de abastecimiento más compasivas con el medio ambiente.
Los fósiles son efectivos, pero demasiado contaminantes, por lo que otras alternativas como el hidrógeno pueden ser justo lo que la humanidad está buscando. Por ahora, todo el H comercial tiene que fabricarse. Una práctica que puede realizarse de manera contaminante, utilizando combustibles fósiles, o de forma costosa, recurriendo a la electricidad renovable.
En reservas considerables, el H natural podría brindar una alternativa respetuosa con el medio ambiente. Incluso hay expertos que consideran que podría reemplazar a los combustibles fósiles. El H natural puede ser tanto limpio como renovable. Siempre se genera de nuevo, cuando el agua subterránea reacciona con minerales de hierro a temperaturas y presiones elevadas.
Han intentado teletransportar hidrógeno y este ha sido el resultado
Llega una solución innovadora para el transporte seguro de hidrógeno: LOHC de Honeywell y su colaborador energético Eneos. La propuesta versa sobre el primer portador de H orgánico líquido a nivel comercial o LOHC a escala comercial para suministrar dicho elemento a nivel global. Se presenta como una solución para el transporte del H verde con todas las garantías y seguridad que necesita en largas distancias, utilizando una infraestructura existente.
El objetivo es suministrar esta energía limpia a todas las industrias que lo necesitan y que en la actualidad se topan con el problema de que no pueden conseguirlo en la calidad y cualidad que necesitan. Honeywell plantea un proceso de combinación de H con metilciclohexano o MCH, una técnica llamada hidrogenación de tolueno, que demanda de una reacción exotérmica (liberación de calor).
Un movimiento seguro y sin sobrecostes elevados que hace posible el almacenamiento en infraestructuras ubicadas en grandes buques, que pueden recorrer distancias largas con una gran cantidad de este recurso y llegar prácticamente a cualquier parte del mundo. Una vez que llega a destino, la mezcla exige un proceso de deshidrogenación, que se obtiene a través de una reacción endotérmica o de absorción de calor.
Con este procedimiento, queda asegurada la recuperación óptime del H. Además, pueden completarse nuevos ciclos con el tolueno (líquido portador).
Es una solución a la escasez de suministro de hidrógeno, un combustible que ya está en la mira para fabricantes de coches como Honda. Muchos expertos consideran que se popularizará especialmente en la industria del automóvil en apenas unos 15 años.
Teletransportar hidrógeno: ¿la solución que estábamos buscando?
Sin embargo, el H también podrá emplearse en otros sectores como la aviación. Es más, desde hace años se están haciendo pruebas de sistemas de propulsión por pila de combustible de hidrógeno, con España y Airbus involucradas en esta investigación.
Asimismo, España también tiene entre manos lo que podría ser el primer tren de hidrógeno de alta velocidad del mundo. Podría funcionar con este recurso en zonas sin catenaria, sustituyendo las locomotoras diésel y aprovechando la energía eléctrica cuando este sistema sí se encuentre disponible.
En definitiva, teletransportar hidrógeno es la solución propuesta para acabar con el problema de la movilización del H. Una prueba más del gran potencial de este recurso. Aunque muchos lo ven todavía como un elemento lejano, cada vez se inmiscuye más en nuestra realidad cotidiana, tanto que ya ha llegado hasta nuestras casas con el invento del aire acondicionado de hidrógeno.
