Consejos para evitar ‘picar’ por la noche. Estas sugerencias han sido aportadas por profesionales y pueden ayudar a evitar el picoteo nocturno y a tener una vida saludable. Esta es una de las causas por las que las personas engordan, sufren insomnio o padecen problemas digestivos, entre otras afecciones.
Relájate y disfruta
Deja de lado los estimulantes (café, té, refrescos de cola, alcohol y bebidas energéticas) a partir de las 19 h. Cuida del entorno nocturno. Evita deportes excesivos, los juegos de ordenador y las actividades online. Toma una cena temprana, digerible y basada en alimentos sanos. Y mantén los productos más ‘tentadores’ fuera tu alcance.
La cena y en lo posible todas las comidas deben tomarse de forma relajada y tranquila. Lo ideal en no hacerlo solo y mucho menos delante de un televisor, un móvil, una Tablet o un PC. Es muy importante elegir un ambiente sin demasiados ruidos. Y tomar alimentos ecológicos, de calidad y que hagan feliz a quien los consume.
Practicar una tarea agradable y que nos distienda antes de comer, puede ayudar mucho a estar relajado a la hora de la cena. Por eso, sentarse delante del televisor o de algún tipo de entretenimiento que consista solo en mirar, puede inducir a la ingesta de grandes cantidades de alimentos. La mayoría de las veces solo por compulsión y no por apetito.
Come diferente
Reinventar las comidas es más que necesario. Si hace falta levántate más temprano, pero come un desayuno completo y sin apuros. Y a la hora del almuerzo o la comida, prefiere tomar algo junto con los compañeros en vez de tragar un bocadillo solo y casi sin respirar. Si te apetece una galletita o un trozo de chocolate, date pequeños caprichos, de forma mesurada y moderada. Nunca demonices la comida.
Compensa tus picoteos nocturnos compulsivos o no, restableciendo el equilibrio durante el día. Si has tomado un pastel muy dulce por la noche, en el almuerzo, opta por una fruta y/o un producto lácteo. Si has sucumbido a los fiambres, el queso y los panecillos, prefiere algo magro al mediodía y restringe al máximo las féculas.
Haz una verdadera cena. Una ‘sopita’ y un yogur no te satisfarán y pronto estarás recurriendo a lo primero que encuentres. Prepara comidas completas y cocina para ti, incluso de forma sencilla. Incluye en tu menú: un poco de carne o pescado o legumbres, verduras, cereales, un producto lácteo y/o una fruta.
Prémiate y sé tolerante
Consumir una cantidad adecuada de azúcares saludables aporta una sensación de saciedad y calma. Esta es una situación propicia para conciliar el sueño. Que además evita las fluctuaciones nocturnas del azúcar en sangre por la noche. Plátanos, uvas, higos o miel pueden ser los postres perfectos, siempre que se tomen moderadamente.
Practica la tolerancia. No solo con las comidas, inclúyela en tu actitud para con el resto de actividades (trabajo, finanzas, educación, etc.). Abandona por completo las dietas restrictivas. Comer no puede ser sinónimo de suplicio, sino de satisfacción plena. No olvides que nos alimentamos por necesidad, pero también por placer.
Rehabilita en tus comidas los alimentos que tiendes a satanizar, pero tómalos en cantidades razonables. Y a la noche quítalos de tu vista. Come de forma equilibrada, aportando a tu organismo los nutrientes necesarios. Y trata de ser feliz, eso también ayuda mucho a tener una vida saludable. Consejos para evitar ‘picar’ por la noche.