Bajo el patrocinio del World Bank Group, un laboratorio investigó cómo la información privada y pública afecta a una innovación medioambiental y al momento de su adopción, determinando la existencia de una anomalía del comportamiento denominada «brecha de eficiencia energética».
Dicha regularidad empírica conocida como la «brecha de la eficiencia energética» ha desconcertado a los investigadores por muchos años. La evidencia muestra que las empresas y los consumidores rutinariamente no aceptan nuevos productos y procesos que conservan la energía y/o reducen las emisiones, de manera inmediata.
En particular, una vez disponibles en el mercado, dichas Innovaciones tienden a no ser adoptadas con la velocidad necesaria como para garantizar un ahorro real y un beneficio de los recursos. Entre las diversas fallas del mercado, una razón clave que se ha dado para esta demora, es que los tomadores de decisiones sucumben a las mencionadas anomalías del comportamiento.
Experimentación
Se realizaron una serie de experimentos de laboratorio diseñados para lograr una comprensión del momento de la adopción de innovaciones que mejoren la calidad medioambiental. Para ello se ofreció a los consumidores la adopción de tres opciones.
La primera era una tecnología que aumentaba el “statu quo”, la segunda una tecnología «segura» que contaba con la certeza de una rentabilidad superior y la tercera, una arriesgada que podia pagar más que la del statu quo y que las tecnologías seguras o resultar peor que ambas alternativas.
Un ejemplo práctico de este tipo de decisiones (aunque no fue el único que se planteó durante la experimentación) fue la consideración de la compra de un nuevo coche, con estas alternativas: un vehículo convencional a gasolina, una tecnología híbrida combustible – electricidad o una no probada, como un coche accionado por hidrógeno.
Finalizado el estudio, la gran mayoría de los consumidores se excusaron de optar por la segunda o tercera opción, alegando que preferían esperar hasta disponer de más información sobre el hidrógeno e incluso sobre el híbrido y acabaron decantándose por la opción más contaminante, aun sabiendo el costo medioambiental que ello implicaba.
Conclusiones
Para que una innovación que tienda a mejorar la calidad medio ambiental tenga realmente éxito, es necesario demostrar de manera fehaciente y difundir de forma rápida y eficaz, los beneficios económicos, sociales y de impacto sobre el entorno, que su adopción implicaría.
Para ello existen innumerables métodos, pero sin dudas lograr la adopción de este tipo de tecnologías requiere que al consumidor le llegue la información de lo que ganará (en todos los aspectos posibles) con coherencia, efectividad y convicción, para inducirlo a decantarse por dicha innovación y vencer su natural reticencia a los cambios radicales de hábitos, consumo, etc.
