“El aceite de Palma es uno de los ingredientes más polémicos que se puede encontrar en los alimentos, puesto que no resulta saludable ni para los humanos por su contenido en grasas perniciosas, ni para el Medio Ambiente, a causa de la deforestación de bosques y selvas de todo el mundo para cultivar palmas.”
Los supermercados estudian el caso
Ante las numerosas quejas presentadas por los consumidores y las evidencias del daño medioambiental causado por su cultivo, los supermercados españoles se han comenzado a plantear la posibilidad de quitar este componente de todos sus productos de “marca blanca”.
De hecho, Alcampo ya ha decidido sumarse a la iniciativa de la pequeña cadena de supermercados de corte ecológico, Supersano, que fue la primera en rechazar este ingrediente entre sus productos de marca propia.
Pero otras cadenas como Lidl, Mercadona, DIA, Eroski o Hipercor, que también tienen sus propios productos los fabricantes envasan para su venta exclusiva, las llamadas Marcas Blancas, están estudiando también adherirse a esta medida.
Breve historia del aceite de palma
La palma aceitera (Elaeis guineensis) es originaria de África Occidental, donde su uso como alimento se remonta a 5.000 años. Incluso hay evidencia de personas enterradas en Egipto con barriles de dicho aceite, lo que refleja el alto valor social que se le atribuía al que puede ser considerado uno de los primeros productos comercializados en la antigüedad.
Mientras que el aceite de palma era omnipresente en África Occidental, su uso en el mercado internacional se propagó significativamente como resultado de la Revolución Industrial en el Reino Unido y la expansión del comercio exterior.
De múltiples usos que iban desde la fabricación de velas hasta los lubricantes industriales, el aceite de palma fue una fuerza impulsora detrás de la expansión de la producción industrial. Como resultado de esta creciente demanda, los europeos comenzaron a invertir en su producción, primero en África Occidental y luego en el sudeste asiático.
Omnipresencia en la industria en general
Cuando se demostró cuan dañinas podían ser las grasas hidrogenadas, el aceite de palma se convirtió en el sustituto ideal, dado que era un aceite vegetal, pero luego quedaron en entredicho sus virtudes, al comprobarse que su contenido en grasas saturadas era muy alto y también resultaba perjudicial para la salud.
Mientras tanto su uso se había impuesto en millones de productos cosméticos (barras de labios, pasta de dientes, cremas), alimenticios (coberturas, postres, platos precocinados, productos untables, pasteles, bollería, snacks, aperitivos, chips, etc.), de limpieza (detergentes y geles), velas y mucho más.
Dado que la EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria) no ha hecho recomendaciones en el sentido de que se deje de emplear el aceite de palma y que la OCU solo desaconseja “abusar de dicho ingrediente”, muchos defienden su empleo aun a costa de que sus plantaciones están acabando por deforestar enormes extensiones de tierra causando un daño al Medio Ambiente, que muchos científicos catalogan de irrecuperable.