The Nature Conservancy ha conformado una asociación con Microsoft, para incorporar innovaciones tecnológicas a las herramientas de mapeo online del grupo ambientalista. Dichos mapas interactivos se utilizan para numerosas iniciativas ecológicas.
Nube y apoyo técnico
En un acuerdo anunciado en abril, pero que comenzará a funcionar en breve, la ONG trasladará sus herramientas interactivas geoespaciales, a los servicios en la nube de Azure y, lo que es más importante, colaborará con ingenieros de Microsoft para crear softwares más potentes, que procesen grandes volúmenes de datos y generen resultados rápidamente.
Microsoft proporcionará a The Nature Conservancy una donación de tres años de espacio en la nube y la asistencia de sus expertos. Esri, una empresa de software de mapeo GIS, también será parte de la alianza.
Rob Bernard, el principal estratega del Medio Ambiente de Microsoft, explicó que el objetivo principal de esta colaboración es crear herramientas de mapeo, que ayuden a diseñar políticas y tomar decisiones adecuadas, en el ámbito de la conservación.
Esto puede incluir el aprendizaje automático para construir mapas de mayor resolución, que muestren detalles de la cubierta terrestre, como tipos de árboles y lugares de drenaje de aguas pluviales, o el uso de software de reconocimiento facial, para identificar y rastrear animales específicos de poblaciones amenazadas.
Las iniciativas de la organización sin fines de lucro están orientadas a recabar datos y su enfoque se ha extendido más allá de la vida silvestre y los lugares naturales, para encontrar proyectos que combinan esas preocupaciones, con la protección de vidas humanas, hogares, negocios y otras prioridades.
«Hemos pasado de la planificación de la conservación a la a los proyectos que tienden a conseguir una asociación estratégica», dijo Zach Ferdaña, que lidera el proyecto global Coastal Resilience del grupo The Nature Conservancy.
Un caso problemático
Una iniciativa que podría beneficiarse de la alianza entre The Nature Conservancy y Microsoft es un proyecto para crear una herramienta de cartografía digital, con la que encontrar una solución efectiva, a la contaminación de aguas pluviales, en el área de Puget Sound.
Cuando las abundantes precipitaciones de la región barren las carreteras, los tejados, las aceras y los aparcamientos, se forma una mezcla tóxica de contaminantes, que incluye pesticidas, aceite y grasa de vehículos, restos de la combustión de gasolina, diésel, madera, etc. y millones de bacterias, provenientes de desechos orgánicos.
En su mayor parte, el agua de lluvia contaminada fluye por los canales y arroyos y acaba directamente en Puget Sound, donde ensucia las playas y contamina los mariscos. Más de la mitad del salmón coho adulto (una especie amenazada) que regresa a los arroyos urbanos, muere antes de desovar.
Como el suelo y ciertos microorganismos son grandes agentes de limpieza, si se lograse que el agua de las tormentas se filtrara a través de un “jardín de lluvia simulado”, todos los coho sobrevivirían en la escorrentía semi-tratada. Microsoft y The Nature Conservancy trabajarán juntas para conseguirlo, entre otros objetivos comunes.