Hemos enviado comentarios favorables a su creación debido a la riqueza ecológica presente en la zona y por haberse mostrado una herramienta eficaz para la gestión y control de la pesca artesanal, la protección y recuperación de hábitats vulnerables a la pesca. Asimismo, las reservas marinas, por la vigilancia y control asociados, han facilitado la gestión de otros usos como la pesca recreativa o el buceo deportivo.
Nuestro nuevo estudio, elaborado junto a investigadores del CNRS-CRIOBE francés, la iniciativa Ecopath y el ICM-CSIC español, confirma que si se protegen de manera efectiva áreas específicas que cubran el 30% del Mediterráneo, y se gestionan de manera sostenible las actividades en el resto de la cuenca, las poblaciones de peces comerciales aumentarían y todo el ecosistema marino se recuperaría, beneficiando a las millones de personas que dependen del medio marino.
Este estudio se une a una importante bibliografía científica nacional e internacional que muestra con claridad los beneficios ambientales y socioeconómicos de las reservas pesqueras cuando el diseño, la gestión, el control y el seguimiento son los adecuados. En España existen 27 Reservas Marinas cuya gestión dependen de las comunidades autónomas o de la Secretaría General de Pesca. En el caso de crearse la reserva en la costa gaditana sería la décimo segunda gestionada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La figura de RMIP está recogida en la Ley de Pesca española de 2001, que prevé la posible protección de aquellas zonas que por sus especiales características se consideren adecuadas para la regeneración de los recursos pesqueros, contribuyendo a la preservación de la riqueza natural, la conservación de las diferentes especies marinas o la recuperación de los ecosistemas. Entre sus objetivos está también el mantenimiento y recuperación de la actividad pesquera artesanal, en declive en el contexto europeo y nacional, y la dinamización de otras actividades económicas y sociales compatibles con la conservación del espacio.
El área donde se plantea la creación de la Reserva Marina presenta una gran diversidad de hábitats y especies debido a su localización estratégica de transición entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Entre los valores naturales, destaca el coralígeno, identificándose un total de 70 especies diferentes pertenecientes de 7 grupos taxonómicos.
Destacan por su diversidad los antozoos con 21 especies diferentes, también destaca la presencia de gorgonias, algas rojas calcáreas, equinodermos, anélidos, etc. Están presentes hasta 80 especies protegidas, entre ellas el coral anaranjado, muchas de ellas se encuentran inscritas en el Libro Rojo de protección de fauna marina amenazada tanto en Europa, España y la comunidad andaluza.
La creación de la Reserva Marina de Interés Pesquero ha sido una demanda del sector pesquero artesanal desde 2010 que contó con el apoyo de Ecologistas en Acción para elaborar una propuesta. Con posterioridad, apoyamos, junto con Soldecocos, el impulso de la propuesta a través de un proceso participativo que incluyó pescadores artesanales usuarios del espacio, profesores de la Universidad de Sevilla e investigadores del IEO.
Creemos que el establecimiento de esta reserva es instrumental para detener el declive de la flota artesanal observado en la zona, recuperar poblaciones de especies localmente desaparecidas o con graves señales de sobreexplotación, incluidos los elasmobranquios, y enfrentar los impactos acumulativos que sufren las aguas del Estrecho y Golfo de Cádiz. Estos deberían ser los objetivos principales que condicionen el diseño y la gestión de la futura reserva.
La creación de la reserva contribuiría a la consecución, por parte de España, de los objetivos nacionales e internacionales de conservación de la Biodiversidad y, de forma decisiva, a la Estrategia Europea de Biodiversidad para la recuperación ecológica a 2030, año en el que el 30% de los sistemas terrestres y marinos deben estar protegidos adecuadamente. Así como a los objetivos de gestión e integración ambiental, socioeconómicos y lucha contra la pesca ilegal marcados por la Política Común de Pesca.
Tal y como han funcionado muchas reservas marinas en nuestro país, se han convertido en un motor económico para el conjunto de la sociedad en los lugares donde se han creado habiéndose beneficiado otras actividades económicas como la pesca recreativa, el buceo de contemplación, la investigación marina, la observación de aves y cetáceos, la gastronomía, el turismo marinero y cultural, además de la pesca artesanal cuando se han gestionado adecuadamente en el espacio protegido.
Hemos pedido al MAPA en sus comentarios que sea ambicioso a la hora de definir el esquema y mecanismo de gestión de la reserva, apostando por una gestión moderna, que asegure la equidad, la participación ciudadana eficaz, la transparencia y la rendición de cuentas que caracteriza el buen gobierno.
El pasado 16 de febrero, el Ministerio de Agricultura, Pesca, y Alimentación (MAPA) anunció el proyecto de orden por el que se establece una Reserva Marina de Interés Pesquero (RMIP) entre cabo Trafalgar y Sancti-Petri, iniciando así la consulta pública previa a la tramitación de dicha orden. El área propuesta en la Comarca de La Janda es una de las áreas más dependientes de la pesca de Europa.
Fuente: WWF