Más voces contra el ECO-Hotel Las Piñas. Los Verdes de Europa-Tarifa lamentan que la defensa del territorio se esté realizando por grupos ecologistas y vecinos en lugar de asumir las administraciones responsables, sus obligaciones. En este caso: el Ayuntamiento de Tarifa y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Denigra ver la astucia aplicada para realizar avances de proyectos, dicen, que comienzan con un decreto de alcaldía (como tantos otros). Y, en lugar de ser publicado en la web del Ayuntamiento bajo la oficina de Urbanismo, pasa a la Oficina técnica como una “simple” licencia de obra, similar al caso “BIBO”.
Las transformaciones de suelo, manifiestan, van a gusto del promotor y en contra de los reales intereses y protecciones medioambientales, por un lado, y por el otro, se utiliza la denominación de “interés público” para cualquier cosa, con tal de actuar aplicando decisiones unilaterales que dejan con todo propósito sin efectividad la protección jurídica de Red Natura 2000.
Proteger el medio ambiente
Manifiesta su portavoz Rosmarie Hennecke que el primer Proyecto de este “Eco-Hotel” se encontraba enclavado dentro del Parque Natural de los Alcornocales y cuando los ecologistas protestaron por no tenerse en cuenta la NO AFECCIÓN al Parque Natural, que equivale al “Principio de Precaución”, se decidió cambiar la ubicación del Proyecto como colindante al Parque.
Pero, indica, el estar fuera del Parque no significa que la administración se libre de los trámites de Estudios de Impacto Ambiental/ No Afección, sino que precisamente al ser colindante al Parque también es obligatorio el Estudio de Impacto, dato que la administración omite.
En mi opinión, las acciones contrarias a la ley de las administraciones, son lisa y llanamente maldad, ya que pretenden que la ciudadanía, ya sean ecologistas y/o vecinos, tengan que defender el medioambiente. Cuando ellos son los responsables según constitución española de la defensa del medioambiente.
Omiten preocuparse por el futuro de la ciudad. No ejercen prevención ni protección ambiental, no ejercen protección sobre el agua, evitando se esquilmen los caudales ecológicos, esos caudales necesarios para la supervivencia de árboles, plantas, animales y nosotros mismos como seres humanos.
En relación con la denominación de “interés público”, la directiva medioambiental señala con toda claridad. Que “si se vieran afectados tipos de hábitat o especies de interés comunitario de carácter prioritario, las razones imperiosas de interés público de primer orden solo podrán estar relacionadas con la salud humana, la seguridad públicas a las de consecuencias positivas de primordial importancia para el medio ambiente”.
Obligaciones de la administración
El colmo indica este grupo Verde (que no se encuentra dentro del Ayuntamiento), es que la administración pretende, como en este caso y otros, que el ciudadano de a pie demuestre qué planta, animal u otro puede encontrarse afectado por el Proyecto correspondiente. Cuando es obligación intrínseca, insisten, de la administración, que esta demuestre que NO se está afectando los objetivos por los cuales fue constituido el Parque.
Así como Agaden Ecologistas en Acción ya ha dicho, si se llevaran a cabo proyectos como el ECO-Hotel Las Piñas y otros similares, el suelo urbanizable se ampliaría en unos seis millones quinientos mil metros cuadrados más. Aumentando a extremos (que ya tenemos) con la falta de agua.
Se destruirá definitivamente la hasta hoy calidad de vida, se destruirá el paisaje, el gran valor patrimonial y aumentaría la masificación turística con todos los peligros añadidos. Los responsables en Tarifa han optado y sigue optando por modelos retrógrados y dañinos, beneficiando a una minoría para el supuesto “Pan de hoy y el asegurado hambre para mañana”. Más voces contra el ECO-Hotel Las Piñas.