Aún faltan dos años para que Ashton Stark consiga su permiso de conducir, aunque eso no ha evitado que este joven de Oregon (EEUU) de 14 años mire hacia el futuro bajo distintos ángulos.
Con un gran conciencia ecológica y algunos conocimientos de ingeniería, Ashton ha logrado transformar el VW Beetle del 72 de su abuelo en un limpio y silencioso vehículo eléctrico.
Según el Argus Observer, el estudiante de segundo curso de secundaria se ha pasado un año adaptando el coche a las exigencias del s. 21 y gastado cerca de 4.000 dólares en lograr su propósito. Ashton, ayudado por su padre, equipó el viejo escarabajo con nueve baterías de VW Golf y un único motor eléctrico capaz de propulsar el vehículo durante 80 km por menos de 0,10 dólares de electricidad.
El Beetle eléctrico puede alcanzar una velocidad de 72 kmh y a medida que recorre los kilómetros un ordenador de abordo ofrece datos sobre su rendimiento. El padre de Ashton, Noel, confiesa al Observer que el proceso de convertir el coche en eléctrico no ha resultado demasiado complicado:
Creo que cualquier coche podría convertirse en eléctrico. Es tan simple hacerlo que no sé como la gente no tiene ya uno. No tiene porqué ser un Beetle, podría ser un coche mucho más ligero, como por ejemplo un Porche, un Toyota o un Honda.
Aún pasarán algunos años hasta que los coches eléctricos dominen el mercado y Ashton tiene la esperanza de que su experiencia DIY prenderá la voluntad de otros. De hecho ya ha aconsejado a más gente que se ha puesto manos a la obra.
Le quedarán algunos años de estudio todavía, aunque nadie duda que este joven tendrá un futuro brillante. Mentes jóvenes y sensibilizadas como la de Ashton, capaces de convertir sueños en realidad, nos devuelven la ilusión de un futuro más verde.